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Reunión

Sindicatos y patronal se dan un mes para decidir sobre la reforma laboral

El Gobierno, la patronal y los sindicatos se reúnen hoy para tratar de consensuar una reforma del mercado de trabajo antes de fin de año. Tras un año de negociaciones infructuosas, las partes creen que el mes de septiembre será suficiente para evaluar si es posible o no el acuerdo. Las posturas son muy distantes y ni siquiera se han consensuado los objetivos.

Menos gente en la mesa de negociación y muchas más horas de trabajo'. æpermil;sta es la receta de una de las responsables de Comisiones Obreras para conseguir avances en la reforma laboral cuyas negociaciones retoman hoy el Gobierno, la patronal CEOE-Cepyme y los sindicatos UGT y CC OO. Otro ingrediente para el éxito de estas conversaciones consistirá en que sean secretas, según han manifestado fuentes del Gobierno que pretenden no dar publicidad a las conversaciones. Los negociadores coinciden en que 'el mes de septiembre debería ser suficiente para constatar si es posible o no llegar a un acuerdo'.

Hace más de un año que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, firmó con los líderes sindicales y patronales una declaración para el diálogo social que fijaba trece puntos de negociación. La reforma del mercado laboral y la de las pensiones son las dos de más enjundia y ninguna de ellas ha registrado de momento el más mínimo avance. 'Ha sido un año perdido', admiten fuentes de la negociación.

Los motivos de este estancamiento son variados, aunque básicamente formales, ya que aún no han empezado a hablar sobre el contenido. Las conversaciones se han visto contaminadas por desacuerdos en la reforma del salario mínimo y se han paralizado durante las negociaciones del acuerdo de convenios de 2005. Finalmente, la negativa del Gobierno a presentar sus propuestas por escrito bloqueó el diálogo antes del verano.

El inicio de la negociación ya estuvo lastrado por las diferencias entre patronal y sindicatos ante los objetivos de la reforma laboral y cómo abordarlos. A pesar del tiempo transcurrido, los negociadores se sientan hoy a la mesa con las mismas diferencias y sin haber pactado el objetivo de la reforma.

Mientras que los sindicatos quieren que la lucha contra el abuso de la temporalidad sea el eje de las negociaciones, la patronal reclama un aumento de la flexibilidad en la contratación y en la organización del trabajo y que se rebajen los costes extrasalariales de los contratos indefinidos (cotizaciones e indemnizaciones por despido). La propuesta estrella del Gobierno es generalizar el contrato fijo con una indemnización por despido de 33 días, algo que no aceptan los sindicatos.

Para atajar la temporalidad que afecta ya a cinco millones de españoles, uno de cada tres asalariados, los sindicatos quieren medidas 'para limitar el encadenamiento de contratos eventuales, y regular la subcontratación restableciendo el principio de responsabilidad en la cadena de contratación'. Los empresarios siguen sin querer oír hablar de limitar la subcontratación. Pese a ello, todos confían en alcanzar algún tipo de acuerdo.

Qué pasará si no logran un pacto

'Hay que salvar este proceso de negociación', asegura el número dos de CC OO, Ignacio Fernández Toxo. Si bien las grandes diferencias con las que afrontan la negociación hacen pensar a algunos en la posibilidad de que nunca llegue a consensuarse la reforma laboral. En ese caso, Toxo asegura que 'habrá que dar más margen a los sectores para que en la negociación colectiva acuerden las medidas que más les convengan'.Pero quien tendrá la última palabra si no hay acuerdo será el Gobierno. El presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró en la firma de la declaración del diálogo social, que no legislaría sin el consenso de las partes. Pero meses después, y a la vista de lo infructuoso de las negociaciones, varios miembros del equipo económico del Gobierno han opinado que el Ministerio de Trabajo deberá legislar en solitario, algo que ha rechazado su titular, Jesús Caldera.

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