Uno de cada cuatro padres cree que su hijo podría drogarse
La influencia de los amigos es uno de los factores determinantes que impulsan a los menores de 20 años a probar las drogas. Así lo estima el 77% de los padres encuestados por la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD) para la elaboración del informe La percepción de los problemas de drogas en España 2004, en el que colabora la Obra Social de Caja Madrid.
Seis de cada diez adultos reconocen que su preocupación por el consumo de estas sustancias -las que consideran más peligrosas son la heroína, cocaína y el éxtasis- creció cuando tuvieron hijos. Y un alarmante 23% de los cabeza de familia cree que sus hijos tienen 'bastantes o muchas posibilidades' de engancharse. Otro 20% calcula que el riesgo para sus familiares es 'mediano' y sólo el 18% descarta la posible entrada de la droga en sus hogares.
Al margen de la mediación de la pandilla o de los compañeros de clase, el estudio refleja que la facilidad para la compra también anima al consumo. La FAD llama la atención sobre la postura defensiva de los progenitores al hablar de los problemas que atañen a sus hijos. La mayoría conocen la existencia generalizada de falta de cariño y madurez, una educación inadecuada o la escasa influencia de la familia, pero muy pocos relacionan estas carencias con la situación de los jóvenes que tienen en casa. 'Que el consumo de drogas pueda estar causado por algo que no ha sido prevenido o mitigado en el seno de la familia no parece de fácil asunción', cita la FAD.
Otro dato relevante es que el 61% de los 1.700 entrevistados aboga por una mayor información en los colegios, por sólo un 29% que echa de menos la atención en el domicilio.
Más de la mitad de la población española (el 56%) dice tener relación cercana con drogodependientes. Si en 1998, fecha del último estudio, el 18% de los consultados estaba dispuesto a ayudar a esos amigos o familiares, la cuota ha bajado diez puntos en 2004, hasta un escaso 8%.