Al banco a comprar entradas de cine
Bancos y cajas entran en la venta de tiques para arañar cuota a La Caixa, que vende siete millones al año
Todavía no hace mucho que para conseguir una entrada de cine o de teatro había que esperar largas colas ante la taquilla en cuestión. Si además se tenía preferencia por una u otra butaca, la antelación en la compra era obligada.
Desde hace unos años, para muchos, estos hábitos son historia. Algunas empresas han acercado el ocio al usuario facilitando la compra de entradas a través del teléfono e internet. Entre ellas comercios como El Corte Inglés o promotores de espectáculos. Pero el filón de la intermediación no ha escapado a las entidades financieras.
Una de ellas, de hecho, fue pionera en desarrollar un sistema de ticketing (venta de entradas) hace más de una década. Era el año 1993 y La Caixa se embarcaba en un proyecto, el embrión de Servicaixa (un terminal que además de dinero permite comprar la entrada e imprimirla), que surgió como complemento de la venta de billetes de metro y autobús, habitual en las entidades en aquellos años. Al transporte seguirían las entradas para el Liceo y más tarde el Estadio Olímpico. Así hasta extender su oferta de localidades de cines, teatros, conciertos, museos y parques de atracciones. La fórmula es sencilla. Bien a través del teléfono, internet o el propio cajero (sólo los que están especialmente habilitados), el cliente elige la entrada que desea y después la retira bien en la taquilla del espectáculo bien en el cajero de la terminal bancaria.
El éxito del proyecto es una realidad. Servicaixa cerrará el año con dos millones de usuarios y siete millones de entradas vendidas. 'Y es que desde el nacimiento de los primeros Servicaixas se han vendido por estos terminales más de 21,5 millones de entradas', señala María Victoria Matía, subdirectora general de La Caixa.
No es la única entidad que ha visto en el ocio un negocio. Tras sus pasos, de forma directa o indirecta pocas son las entidades que han renunciado a participar en esta actividad aunque los hay que mantienen una presencia simbólica en este sector, como el BBVA y el Santander. El primero, que en su día mantuvo una participación en Ticktackticket -empresa especializada en este segmento- actualmente sólo permite la adquisición de entradas a la Alhambra de Granada gracias a un acuerdo que mantiene con el Patronato de la ciudad, mientras el Santander hace lo propio con los pases para Altamira y al Parque de Cabárceno, en los que participa la Fundación Marcelino Botín.
Más implicadas están entidades como Caja Madrid o Caja Navarra que, con el 48,5% cada una, son propietarias de TICE (Transacciones de internet y comercio electrónico), una empresa especializada en la venta de localidades para espectáculos que actúa como marca blanca de otras tantas cajas de ahorro entre las que se encuentran Ibercaja, Bancaja o Caja Duero, hasta un total de 12. TICE opera a través de la marca Entradas.com ( la página en internet), el teléfono y los cajeros de Ibercaja. 'En 2006 también permitiremos operar desde los cajeros de Caja Madrid y Caja Navarra, con lo que la red se extenderá', explica Ruth Díaz, directora general de TICE, que espera que se puedan sumar los cajeros de otras entidades colaboradoras.
Otro proyecto que ha desarrollado de forma independiente otra caja es Telentrada.com, creado por Caixa Catalunya. Unicaja, también de forma autónoma, ha puesto en marcha Uniticket, que a través del teléfono e internet permite la compra de billetes de centros como el Museo Picasso o el Teatro Cervantes.
Comisiones como en el cajero
La presencia de las entidades financieras en el mundo de la venta de entradas no es casual. A la red de cajeros, que les permiten llegar a lugares que de otro modo sería imposible o muy difícil acceder, se une que son las emisoras de las tarjetas con las que pagan más de la mitad de las compras en internet.
A cambio, el cliente debe añadir al precio de la entrada la comisión que cobra el intermediario. En el caso de La Caixa es de 0,60 euros -los jóvenes clientes del servicio LKXA están exentos de esta comisión-, el BBVA suma 0,88 euros a la entrada, Caixa Catalunya un euro por teléfono y 0,90 por internet mientras que Entradas.com distingue según los espectáculos aunque sostienen que la media suele rondar los 0,70 euros. En otras, como Ibercaja o Unicaja se exime al usuario si es cliente de la entidad. Desde cero a casi un euro, la tasa no es baladí y supera en muchos casos la que cobran las entidades por extracción de efectivo en redes ajenas a la propia.
A priori, y si se multiplica esta comisión por las cifras de ventas o usuarios que reconocen estas compañías (en Entradas.com sostienen que alcanzan los 200.000 usuarios únicos al mes, del orden de 2,5 millones al año), el negocio parece redondo. Sin embargo, salvo La Caixa, que reconoce que el sistema es una fuente de ingresos, el resto sostiene que lo que les mueve es un interés estratégico. 'El objetivo es facilitar el acceso a la cultura y dar una buena imagen corporativa', afirma Díaz. No obstante, fuentes del sector confirman que además de ésta es una manera más de captar quizás algún nuevo cliente. 'Si el usuario recoge una entrada en tu cajero y no lleva dinero quizás utilice ese terminal y abone la correspondiente comisión si éste no pertenece a la red que ha emitido su tarjeta', añaden.
A juzgar por el crecimiento que están registrando las compras en la red, el desarrollo de este sector no ha hecho más que empezar. De hecho, entidades como La Caixa ya permiten beneficiarse de entradas en su programa de fidelización.
Varón, 35 años y de Madrid o Barcelona
Responde al prototipo del internauta. El perfil tipo del comprador de entradas y habitual de estos sistemas electrónicos es el de un joven, de entre 24 y 35 años según Caixa Catalunya, y de 36,2 según La Caixa, y es un varón en más de la mitad de los casos. 'Porcentaje que se eleva hasta el 60% si opera por internet', mantienen en la caja dirigida por Isidre Fainé. Estos datos empiezan a cambiar.Según datos recopilados por Caixa Catalunya, el porcentaje de usuarios interesados en el mundo de la cultura y en adquirir entradas a través de la red es del 51% en las mujeres y del 49% en los hombres. Madrid y Barcelona acaparan, sin embargo, el mayor número de usuarios.Todas las empresas coinciden en señalar que las entradas más demandadas son las de cine (que se compran 1,7 entradas por operación), según La Caixa, y que la mayoría utiliza el cajero, pese a que todavía son pocos los que están habilitados para ofrecer este servicio. El porcentaje que utiliza este canal asciende al 47% frente al 26% de internet y el 27% del teléfono.