Sólo siete países de la UE aprobaron el maíz transgénico de Monsanto
La Comisión Europea aprobó el pasado día 8 la importación de un maíz transgénico de la multinacional Monsanto a pesar de que en las votaciones previas de los representantes de los Ministerios de Medio Ambiente de los 25 países de la UE, 14 se opusieron, otros 4 se abstuvieron y sólo 7 lo aprobaron.
España se abstuvo en el proceso de aprobación del maíz transgénico de Monsanto, MON 863. La Comisión Europea (CE) aprobó el 8 de agosto la importación de este producto para la elaboración de piensos para alimentación animal a pesar de que de los 25 países de la UE, 14 se opusieron, cuatro se abstuvieron y sólo siete dieron su aprobación.
Los resultados de las votaciones se alcanzan por mayoría cualificada (cada país tiene asignado un número de votos). En este caso fueron 108 votos a favor y 182 en contra; el mismo sistema empleado requiere 232 votos de al menos 13 Estados para alcanzar una decisión, explica un portavoz del organismo europeo. En el caso de no llegarse a ese número de votos, la CE tiene potestad para tomar la decisión. El mismo portavoz de la CE indica a este diario que lo que votó cada país es 'información confidencial que no puede ser revelada por la Comisión'. Se trata de una información que en todo caso 'puede ser preguntada a cada país'.
Según fuentes cercanas al proceso de votación, Alemania, Estonia, Francia, Holanda, Finlandia, Reino Unido y Suecia dieron su aprobación. Polonia, Portugal, Dinamarca, Grecia, Italia, Chipre, Austria, Malta, Luxemburgo, Hungría, Lituania, Letonia, Eslovenia y Eslovaquia se opusieron mientras que España, Bélgica, República Checa e Irlanda se abstuvieron.
A la hora de aprobarlo, la Comisión Europea basó su decisión sobre este tipo de maíz en el informe de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (Efsa) que aseguraba que su consumo no suponía ningún riesgo para la salud humana.
Desde mediados del pasado año, cuando finalizó la moratoria impuesta en la UE a la autorización de nuevos organismos genéticamente modificados, la Comisión se ha mostrado favorable a una rápida aprobación de aquellos productos cuya seguridad haya sido demostrada.
La Efsa dio su opinión favorable al MON 863, vendido en EE UU y Canadá desde 2003, en abril de 2004. 'Sin embargo', explica el comunicado de la CE del pasado 8 de agosto, 'Estados miembros habían mantenido objeciones referidas a las características moleculares, toxicidad' y otras del maíz de Monsanto.
En septiembre de 2004 la CE emplazó a votar sobre la cuestión al Comité representante de los 25 países miembros. Pero algunos Estados solicitaron más estudios. La Efsa fue de nuevo consultada y volvió a dar su visto bueno. La CE solicitó el 24 de junio de este año una posición al Consejo de Medio Ambiente, con el resultado descrito.
La CE adoptó la decisión de autorizar a principios de este mes el MON 863, el segundo maíz transgénico aprobado en la UE desde el visto bueno al NK 603, también de Monsanto.
La abstención española, signo del cambio político
Si la votación para la aprobación del MON 863 se hubiera realizado bajo el Gobierno de Aznar, el maíz de Monsanto hubiera recibido muy posiblemente la aprobación española. La anterior Administración fue la más permisiva de la UE en los últimos años a la hora de admitir la comercialización de productos genéticamente modificados.España se ha convertido en el país con mayor cantidad de hectáreas cultivadas con maíz transgénico de Europa y uno de los 14 países del mundo con más de 50.000 hectáreas dedicadas a estos cultivos, según el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA). La posición defendida ahora desde el ministerio de Cristina Narbona es menos permeable. La ministra ha declarado que prefiere que prevalezca 'el principio de precaución'. El MON 863 contiene una proteína que afecta a las larvas del gusano del maíz.