'No hay complacencia en la Bolsa'
El director de Inversiones de Morgan Stanley, Javier Estrada, no se muestra preocupado por las recientes caídas de las Bolsas, una corrección que, tras las subidas, considera lógica en un periodo con escaso volumen de negociación. Al revés, Estrada plantea un escenario mejor del previsto a principios de año y cree que aún hay recorrido para mayores ganancias, a juzgar por las atractivas valoraciones, la solidez de los resultados empresariales, y la mejora de las perspectivas económicas.
Pregunta Seis jornadas de caídas consecutivas de la Bolsa. ¿Hay motivos para preocuparse?
Respuesta No. Es una consecuencia lógica de las excepcionales subidas anteriores. El mercado se ha puesto algo nervioso por alguno de los datos de Estados Unidos (inflación y producción industrial) y parece lógico que se produzcan estas correcciones, máxime en un periodo de escasa negociación que amplifica los movimientos al alza o a la baja. No pensamos para nada en un cambio de tendencia. Al revés, es una oportunidad de compra, así que nuestro mensaje es tranquilizador. Además, están disminuyendo las presiones sobre el precio del petróleo, y eso sí es buena noticia para los mercados.
P A principios de año se dibujaba un escenario sombrío para la renta variable. ¿Qué ha cambiado?
R Entonces se ponía sobre la mesa la sostenibilidad del crecimiento y de los márgenes empresariales. Se pensaba que el consumidor norteamericano había extendido demasiado su nivel de endeudamiento y eso iba a producir un bajón del consumo y de la demanda global. Se decía, además, que los márgenes empresariales estaban en máximos y tenían que empezar a sufrir. A estas alturas vemos como las compañías baten expectativas, no se aprecia agotamiento en el consumo, e incluso hay cierta reactivación de las expectativas en Europa. Además, da la sensación de que Japón va a ser una fuente de crecimiento adicional de la demanda muy fuerte para los próximos meses. Las reformas están dando sus frutos. Puede que esto nos lleve a que se produzca el milagro de que si la demanda de Estados Unidos no logra seguir tirando haya otros países que puedan tomar el relevo. La demanda, en todo caso, sigue fuerte en Estados Unidos, es mayor tanto en Asia como en Europa y los tipos siguen bajos. El panorama ha cambiado hacia mejor y el síntoma más evidente es el resultado de las compañías.
P Y todo eso, ¿a pesar del precio del petróleo?
R El año pasado la subida del petróleo produjo una fuerte caída en los mercados y se pensó que iría directamente contra márgenes y demanda. Hay cierta vacuna por lo del año pasado, al ver que las compañías han mejorado su resultado en vez de empeorarlo. Además, todos los indicadores adelantados apuntan hacia mayor crecimiento. Quizá lo único que han hecho los mercados es desplazar el nivel de precios a partir del cual afectará a crecimiento e inflación.
P ¿Qué otras amenazas encuentra a la vista?
R Aunque parece que se están aliviando las presiones, el precio de la energía es la principal. También veíamos como negativo un modelo de crecimiento muy dependiente de dos únicos motores: el consumo en Estados Unidos y la demanda china. Pero ni uno ni otro parecen dar síntomas claros de agotamiento. También sigue siendo un riesgo la posibilidad de una política monetaria más restrictiva, pero es reseñable que los mejores mercados hayan sido este año los emergentes, precisamente los más expuestos a las subidas de tipos de interés en Estados Unidos.
P Con un panorama aparentemente tan positivo, ¿cómo se explica que se mantenga tan alta la aversión al riesgo y que los inversores que entran en Bolsa a través de fondos opten por productos garantizados o de renta fija más que por fondos de renta variable?
R Lo que hemos visto es que tras lo ocurrido en el año 2000, la gente que tiene renta variable siempre sospecha de que quizá sea un buen momento para vender. Ha habido un antes y un después tras el estallido de la burbuja. Ahora los crecimientos son mucho más sólidos, no hay una locura de sobrecompra. Los inversores andan con cautela. Hay incredulidad, no hay complacencia. La Bolsa es un mercado donde la gente ha aprendido a andar con cuidado. Eso nos reafirma en pensar que es el activo más atractivo que existe, no hay sobrevaloración.
P ¿Y no se puede atribuir, también, a que la industria está favoreciendo este perfil conservador por los productos que comercializa?
R Hubo un momento en que la gran industria (bancos comerciales y cajas) tomó una decisión. Vender un producto más conservador es relativamente más sencillo porque se quita cierto componente de asesoramiento. Nosotros tenemos la obligación de decir que con determinados productos uno tiene menos sustos, pero no es posible cumplir ciertas aspiraciones financieras.
Carteras: 'Apostamos por la renta variable en Asia'
¿Cuál es la cartera recomendada por el banco a tenor de la mejora de perspectivas que plantea?Empezamos el año con cierta cautela en renta variable por las incertidumbres que teníamos sobre el ciclo, que pensábamos podría deteriorarse. Pero la demanda global se va a mantener estable y creciente y los márgenes empresariales lo van a hacer mejor de lo que piensa el consenso del mercado. Así que ahora estamos más sobrepesados en renta variable y, sobre todo, en Asia, con mucha importancia de Japón, sobre todo, el sector inmobiliario. Tenemos ligeramente sobreponderado Europa e infraponderado Estados Unidos.¿Qué valores resultan ahora más atractivos?Tenemos una apuesta clara por la tecnología, que está atractiva por valoración, y estamos mejorando la recomendación en farmacia y en telecomunicaciones. Desde el punto de vista de las divisas, empezamos el año recomendando dólares y ahora somos más cautos, porque creemos que se volverá a poner el punto de mira en los desequilibrios externos, por lo que preferimos estar más neutrales. Tenemos, sin embargo, una gran exposición a la divisa japonesa, que posiblemente con toda la mejora de fundamentales va a ir más lejos. En cuanto a los bonos, somos de los que pensamos que no se van a ir por las nubes.¿Qué recorrido ven al Ibex y qué expectativas tienen para las empresas españolas?Lo curioso es que las subidas se han sostenido en valores pequeños y medianos y el valor que más pesa, Telefónica, lo ha hecho francamente mal. Creemos que sectores como la construcción empiezan a estar agotados. Otros más rezagados, como los bancos o Telefónica, van a hacerlo a partir de ahora mucho mejor, por lo que hay más recorrido. Comparativamente, sin embargo, otras bolsas lo harán mejor que la española. No vemos grandes riesgos para las compañías españolas a corto plazo, tanto por la evolución de la demanda como por Latinoamérica. Nos preocupa cómo les puede afectar un posible cambio de ciclo de tipos.