Dimite el jefe de Mercedes tras perder la lucha por sustituir al presidente de DaimlerChrysler
Eckhard Cordes puso ayer fin al suspense que rodeaba su futuro en DaimlerChrysler después de que Jürgen Schrempp, su aliado en el consorcio, anunciara su dimisión en julio. El presidente de Mercedes Car Group, una de las dos filiales de la multinacional, anunció que deja el fabricante de coches después de 29 años en la compañía. Sus funciones las asumirá a partir del 1 de septiembre su gran rival y futuro presidente de la corporación, Dieter Zetsche, hasta ahora sólo presidente de Chrysler, cargo que cederá en enero a Thomas W. LaSorda.
Cordes ya había manifestado en mayor o menor grado su deseo de dejar el consorcio, dolido por no haber sido elegido como nuevo presidente de DaimlerChrysler, según las especulaciones de la prensa alemana.
De hecho, pocos días después de que se conociese la dimisión de Schrempp, Cordes se deshizo de su paquete de acciones de DaimlerChrysler, lo que le proporcionó unas ganancias de un millón de euros, procedentes de la colocación de los títulos y de una compensación de la empresa.
La salida de Eckhard Cordes de la presidencia de Mercedes priva a la compañía de un frío estratega y estrecho colaborador del aún presidente del consorcio, a quien apoyó en todas las fases de su polémica gestión.
Cordes, de 54 años, fue el directivo encargado de negociar las condiciones de la polémica fusión de Daimler-Benz con Chrysler, que fue percibida por directivos y accionistas como una operación arriesgada que sólo traería pérdidas al fabricante. Suya fue la labor de reflotar la división de vehículos industriales antes de entrar en Mercedes Benz sustituyendo a Jürgen Hubbert.
La marcha de Cordes se produce en un momento en el que la comisión reguladora del mercado alemán, BaFin, ha iniciado una investigación por las sospechas sobre manipulación de los títulos de la compañía.
Investigación abierta
El anuncio de la dimisión de Schrempp provocó fuertes subidas en la cotización de DaimlerChrysler.
Si finalmente se confirma que hubo utilización de información privilegiada, la comisión reguladora del mercado puede imponer sanciones por valor de un millón de euros.