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Pequeños gigantes

Comansa, el soporte del boom inmobiliario

Vende 600 grúas al año, tiene filiales en Estados Unidos y Singapur, prevé abrir otra en el este de Europa y va a inaugurar en breve una nueva planta con la que puede multiplicar por dos la producción

Están en cualquier esquina de una gran ciudad, pequeño pueblo, ensanche o suburbio. Las grúas son el símbolo del crecimiento económico, pero también del boom inmobiliario que azota a las espaldas de los propietarios en forma de hipoteca y que supone un respiro para las ya desahogadas cuentas de constructoras, bancos y cajas.

Pero no todas las grúas son iguales ni todas tienen los mismos usos. De eso sabe bastante Alberto Munárriz, director gerente de Linden Comansa, una empresa navarra con apellido sueco, que comenzó haciendo torres pequeñas y automontantes (que se pliegan sobre su propio eje haciéndose un solo bloque) y ha acabado fabricando grúas modulables sin tirantes 'Flat-top' (eliminando los complicados tirantes de sujeción de pluma y contrapluma).

'Aunque la empresa se fundó en el 61, estamos trabajando de lleno en la fabricación de grúas desde el año 67 en España y desde el 75 en el mercado de exportación', dice Munárriz. En su opinión, hay dos factores que han condicionado la evolución del mercado mundial en las dos últimas décadas: el crecimiento en altura y cargas necesarias de los edificios de las grandes urbes, que producían enormes quebraderos de cabeza a la empresa a la hora de almacenar o transportar una grúa de 45 metros de altura, así como a la hora de montarla entre edificios de gran altura, y la necesidad de entregar el producto en cualquier parte del mundo en el menor tiempo posible'. Los dos problemas fueron solventados en 1984 con la compra de Linden, una empresa sueca que fabricaba ascensores y grúas y que ya despuntaba en la época por un novedoso sistema de grúas grandes sin tirantes. 'Compramos sus derechos, los planos y los clientes y vimos muy claro que debíamos reorientar nuestro negocio hacia las grúas sin tirantes. Somos el primer fabricante en España (y mundial tras Linden) que utilizó esta tecnología y el primer fabricante del mundo que aplica la tecnología sin tirantes a toda la familia de grúas'.

Precio: El coste medio de una grúa fabricada por Comansa ha pasado de 63.000 euros en 2003 a 100.000 euros en 2005

Una buena muestra de lo importante que es tener una familia variada y novedosa en materia de grúas se produce en los cuatro rascacielos que se están construyendo en el suelo que ocupaba la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid. Para la construcción de uno de ellos, promovido por Dragados, filial de ACS, Comansa ha tenido que colocar dos grúas modulares de gran tamaño en el exterior una grúa trepadora dentro del edificio que irá creciendo gracias a un sistema hidráulico en paralelo a la construcción hasta los 270 metros de altura y una grúa baja de pluma abatible, muy utilizada en Reino Unido y Asia, para alimentar a las otras tres grúas de la obra.

Otras dos muestras de la política innovadora en sistemas de construcción y diseño son el aumento de tonelámetros en las grúas, es decir, las toneladas que son capaces de soportar por metros de distancia de la pluma, 'que ha pasado de 35 a 550 toneladas por metro' y en los sistemas de elevación del gancho, 'que trabajan con un sistema de variación de frecuencia en función de la carga de trabajo'.

Robots de soldadura y pintura

La incorporación de estos procesos innovadores les ha permitido, en opinión de Munárriz, completar el catálogo de grúas y acortar los plazos de entrega. 'Fabricamos en torno a 600 grúas al año, una cifra que se ha mantenido estable, pero que esperamos que crezca en los próximos años gracias a las inversiones en investigación y desarrollo que estamos preparando para la nueva planta'.

En las nuevas instalaciones, situadas al lado de las actuales en Huarte (Navarra), tendrán una nave de 20.000 metros cuadrados y un edificio de oficinas de 2.600 metros, aunque, a su juicio, lo más importante es la I+D en procesos, como los robots de soldadura o de pintura robotizada y las máquinas de control numérico, 'lo que va a acelerar el proceso de construcción y montaje de nuestras grúas y nos va a permitir dar un salto más fuerte en la construcción, al pasar de 600 a 1.200 grúas al año'.

Pero, ¿qué ocurre si, como llevan pronosticando los expertos desde hace ya varios años, la burbuja inmobiliaria en España pincha? Munárriz dice que tienen prevista en su negocio esa situación desde hace tiempo. 'Es imposible mantener el nivel inversor de los últimos nueve años. No creo que haya un pinchazo fuerte, pero, si se produce, contamos con las ventas y el desarrollo en el exterior'.

Actualmente, Comansa tiene dos filiales en Estados Unidos y Singapur y está abriendo un proceso de consultoría para estudiar la posibilidad de firmar un acuerdo de comercialización en algún país del este de Europa, puesto que consideran que es la zona que mayor expectativas de crecimiento ofrece. 'A pesar de que el mercado de la construcción en España está a tope, nuestra cuota de exportación ha crecido mucho en los últimos tres años: del 12% de nuestras ventas que exportábamos en 2002 pasamos a un 15% en 2003 y cerramos 2004 con un 27%'. En el mercado nacional abrieron en 2002 una filial en Sevilla ante la imposibilidad de atender las peticiones del sur de España por la dificultad que implica el transporte y manejo de grúas para construcción'.

La nueva planta, en la que se ha hecho una inversión neta de 24 millones de euros, servirá para abastecer la demanda de grúas cada vez más grandes, en consonancia con el urbanismo que impera en muchos países de construir edificios de gran altura.

'El mercado internacional, en especial algunos de los pedidos recibidos de Rusia o Estados Unidos, es cada vez más grande. El valor medio de una grúa de Comansa ha subido un 40% en los últimos tres años; en 2003 era de 63.000 euros, en 2004 fue de 80.000 y este año será de 100.000 euros'.

Datos básicos

IngresosLos ingresos de Comansa han crecido a un ritmo exponencial en los últimos tres años. Fueron de 33 millones de euros en 2003, de 41 millones en 2004 y esperan que superen los 50 millones este año. En la actualidad cuenta con una plantilla de 250 trabajadores, aunque el director general no sabe precisar en cuánto va a aumentar la plantilla, ya que están pendientes de evaluar cómo se va a redistribuir el trabajo en la nueva planta.

 

VentasSu porcentaje de ventas ha cambiado durante los últimos años. El mercado nacional se lleva el 73% de las ventas, mientras que el 27% restante se va al extranjero, en especial a sus filiales en Estados Unidos y Singapur. Munárriz señala que hace pocos años 'las ventas se repartían al 50% entre grúas automontantes y grúas torre. Ahora las primeras apenas representan el 5%, a pesar de que su coste es menor, y han quedado relegadas a medios rurales, para casas pequeñas, tejados o naves.

 

CosteEl coste del montaje y fabricación de una grúa depende, a juicio del director general de Comansa, del tamaño y del alcance. æpermil;ste puede variar desde una grúa fabricada en España, que cuesta 60.000 euros, y una muy grande hecha en Estados Unidos, que puede llegar a costar un millón de euros. También existen diferencias técnicas de mercado entre países, como ocurre en Estados Unidos, cuyos constructores buscan la rapidez y potencia, lo que obliga a tener determinados mecanismos de elevación de gran capacidad y alto coste.

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