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Secretos de despacho

Silencio en Central de Producers

No soporta el desorden, a Jorge Martínez, madrileño de 36 años, director de la empresa de producción audiovisual Central de Producers, le gusta trabajar de forma organizada, ya que la propia dinámica del trabajo así lo requiere. Al ser proveedores de servicios y dar soporte a las agencias de publicidad lo que exige este ejecutivo es que la metodología del trabajo sea muy precisa y clara.

Por ello, todos los miércoles y de manera rigurosa procura tener un desayuno de trabajo con todos los productores para saber de primera mano la información que maneja el sector. Asegura Martínez que el trabajo en equipo hace que el negocio sea posible. 'Nos comunicamos para saber quién es mejor en cada área de manera que el trabajo pueda salir adelante'.

Y una parte de la jornada de los lunes la dedica a una actividad que él denomina 'tráfico', y que no es otra cosa que lograr que la información circule por la empresa. 'Nos contamos todo lo que estamos haciendo, con quién hablamos y las informaciones que se manejan dentro del sector, con el fin de nutrirnos de todos los datos que, a su vez, podamos transmitir nosotros a las agencias de publicidad. Nosotros somos los intermediarios', señala Jorge Martínez. Los martes todo ese tráfico de información se traslada desde la central de Madrid al resto de las oficinas, ubicadas en Barcelona y Lisboa. Y es precisamente ese flujo de información una de las herramientas de trabajo de Central de Producers, 'porque es algo que valoran las agencias'.

'No tenemos una estructura piramidal. Creo que, cuanto más amigos seamos todos, mucho mejor'

Cuando se encierra en su despacho lo que necesita Jorge Martínez es silencio. Su espacio de trabajo está aislado del resto de la oficina, estructurada de manera diáfana, sin tabiques. 'Hay momentos en los que necesitas hacer un trabajo mucho más reposado y es cuando necesitas que haya silencio'. Lo que si echa de menos este directivo, precisamente por las servidumbres que acarrea un cargo directivo, es estar más 'en contacto con el follón porque eso siempre te da vida'.

En los tres años de existencia de la compañía, el equipo de profesionales que trabaja en Central de Producers se ha mudado tres veces de oficina. Este nuevo edificio, ubicado en el madrileño barrio de Chamberí, tiene un corte claramente industrial, que le da la apariencia de lo que realmente quiere ser: una fábrica de ideas y de creatividad.

A Jorge Martínez le gusta el espacio en el que trabaja y, aunque todavía le faltan detalles, asegura que le añadirá pocos elementos más. 'Cuantas menos cosas tengas, mucho mejor. Me gusta ir ligero de equipaje', explica. Lo que siempre tiene a mano es un equipo de música, nada de sofisticaciones tecnológicas, le basta con un simple radiocasete. Le relaja y estimula escuchar música.

Aunque se considera un ejecutivo exigente, le gusta dirigir la compañía de manera relajada, sin gritos ni enfados. 'No tenemos una estructura piramidal. Creo que cuanto más amigos seamos todos, mucho mejor. Creo que es mucho mejor la crítica constructiva que pegar cuatro gritos', señala Martínez, que asegura tener un sexto sentido para fichar a los profesionales que trabajan en la empresa. 'No sé si es un mérito, pero tenemos mucho talento y contamos con profesionales de todos los sectores de la producción, que hacen el esfuerzo por conseguir nuestro gran objetivo, que es dar la mejor calidad de producción a las agencias de publicidad'. Si algo pide es buen clima de trabajo, organización y que nadie se estrese ante un problema. 'Es mejor que lo cuente y que entre todos los resolvamos'.

Una exposición de recuerdos de rodajes

Le gustaría convertir su despacho en un pequeño museo con los recuerdos de los rodajes en los que ha participado. Entre los objetos que guarda con más cariño se encuentra una piedra que le regaló la persona que hizo las obras de reforma de la oficina, con el claro mensaje de que le daría suerte.También tiene en un lugar especial una cámara antigua súper 8, que compró durante una visita a Bulgaria. 'Me gustan las cámaras porque es la esencia de nuestro negocio'. Para un directivo, asegura, es muy importante estar rodeado y no perder nunca de vista la actividad a la que se dedica.Muy cerca, tiene siempre la foto de su hija de diez meses, Carmela, el único gran motivo por el que todos los días procura cerrar la jornada laboral antes de que la niña se acueste. 'Tengo necesidad de verla y por eso creo que es cada vez más necesario saber compaginar la vida personal con la laboral'. Ahora, asegura que intenta organizar mejor su jornada de trabajo y tomarse las cosas de manera relajada.

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