'El accionista ha visto que la diversificación ha dado la rentabilidad adecuada'
Agbar inició hace diez años un plan de diversificación que ha llevado a reducir el peso del negocio tradicional del ciclo del agua hasta el 40% de la facturación. A la primera actividad de salud, a través de Adeslas, la compañía añadió el negocio de certificación e inspección (Applus). El consejero delegado del grupo, Ángel Simón, completa esta estrategia con una reorientación de los negocios en América Latina, especialmente en Argentina, donde ya han anunciado la retirada de una concesión.
Pregunta ¿La compañía no está en el Ibex. ¿Preocupa esta situación?
'Todos nuestros activos en Argentina fueron provisionados en 2001. No existe ningún riesgo financiero en ese país'
Respuesta No estamos en el Ibex desde hace cinco años pero nos sentimos cómodos. A nuestro accionista le gusta retener mucho la acción. Cuando estás en el Ibex estás sometido a lo que son los fondos de inversión, que toman decisiones de entrar o salir de determinadas empresas en función de coyunturas globales. En cambio, en nuestro caso la decisión de comprar o vender se hace en función de cómo va el valor. Además, creo que el accionista tampoco lo echa en falta. A finales de diciembre de 2003 nuestro valor estaba a 11,83 euros y en estos momentos ya superamos los 18. Nuestra acción ha subido por encima del Ibex.
P ¿Considera que el accionista tiene un conocimiento acertado del plan de crecimiento de la empresa?
R Nuestro accionista es fiel y sabe cómo hacemos las cosas en España y en el exterior. Pensemos que en Chile tenemos una empresa importante, Aguas Andinas, que también cotiza en Bolsa y que ha conseguido una revalorización importante. Yo creo que esta es una muestra de por qué las acciones están subiendo. Estimo que el accionista está visualizando que la diversificación de Agbar está dando la rentabilidad adecuada. Además, existe una política clara que argumentó nuestro presidente, Ricard Fornesa, en la última junta sobre las desinversiones en todos los ámbitos que no son el centro de negocio. Nosotros tenemos como temas centrales el agua, la certificación, la salud y las instalaciones. En todo lo que no sea esto, nos retiraremos progresivamente. También saldremos de las actividades centrales que no producen una rentabilidad adecuada.
P La política de dividendos siempre ha sido estable...
R Yo diría que este año hemos dado un salto importante. Hemos subido el dividendo. Creo que también en este caso el accionista puede estar contento. Hemos pasado de una rentabilidad por dividendo del 2,07% en diciembre de 2003, al 2,29% en la actualidad, lo que supone más o menos un aumento de rentabilidad del 15%. Somos estables en resultados y en retribución para el accionista y además hemos aumentado la liquidez de nuestra acción de forma importante. Eso sin tener en cuenta que estamos subiendo el valor patrimonial de la empresa con las inversiones realizadas y, por lo tanto, también el valor para el accionista. En este sentido, hemos pasado de una capitalización de 1.700 millones en diciembre de 2003 a superar los 2.800 millones.
P ¿La recalificación del rating de deuda del año pasado ha afectado la cotización?
R No. Creo que la bajada del rating responde más a una posición de los analistas, que no han acabado de entender cómo es nuestra empresa. Nos bajaron un punto y actualmente tenemos A+. Nosotros invertimos más de 500 millones de euros en 2004. De estos, más de 300 millones se destinaron al sector del ciclo del agua. La justificación para que nos bajaran el rating era porque habíamos crecido mucho en otros sectores que no eran el central del agua. Esto es incomprensible, porque las pruebas están sobre la mesa. Hemos seguido creciendo en el sector agua, pero también lo hemos hecho en el de certificación, que es clave para la compañía. Applus ha aumentado de tamaño con la incorporación de Soluziona medio ambiente. Ahora, el 25% del capital de Applus es de Unión Fenosa, y el 75% de Agbar.
P Entonces, ¿la empresa se encuentra cómoda con el nivel de deuda actual?
R Seguimos teniendo el mismo nivel de endeudamiento, el 40% frente a recursos propios, que antes de pasar toda la crisis argentina. Tenemos el mejor ratio de endeudamiento de las utilities que se pueden encontrar en todo el mundo. Por otro lado, estamos por debajo de dos veces el ebitda. Debemos tener 1,7 veces el ebitda de deuda, otra vez el más bajo de todas las utilities. Por lo tanto, yo creo que tenemos una elevada solvencia. La capacidad que tiene Agbar para afrontar determinados crecimientos es importante. Puede que el ratio de endeudamiento aumente de aquí a finales de año, pero no de forma significativa.
P Pero, ¿no tiene la impresión que el accionista no valora la acción como otras utilities más conocidas en Bolsa?
R El agua es el 40% de los ingresos de Agbar. Si lo miramos en términos de inmovilizado, este tipo de actividad alcanza el 70% del grupo. Lo que si es cierto es que el agua sigue siendo una parte importante del negocio. Esta es nuestra parte de utility, pero Agbar es más que esto. Por eso, yo entiendo que el valor de la compañía aún tiene un recorrido importante. En estos momentos estamos por encima de los 18 euros por acción, pero lo normal creo que serían unos 22 euros. Después el mercado tiene reacciones psicológicas que nadie entiende. A veces hay valores que no sabes por qué tienen esa cotización. En cualquier caso, siempre he creído que Agbar está infravalorada.
P Existe la posibilidad de anunciar una compra o una inversión con el único objetivo de que suba la cotización del valor...
R Agbar es un valor muy conocido y nunca anunciará cosas espectaculares para que evolucione la cotización. Aguas de Barcelona siempre explicará cuáles son sus proyectos para que su valor, solvencia y su rentabilidad suban año a año, como lo ha hecho siempre. Lo que no se nos puede decir es que no hemos sido un valor que haya subido de forma constante. El nuevo edificio que hemos construido y al que nos trasladamos en breve simboliza un poco lo que queremos hacer: presencia en Barcelona, innovación, tecnología, crecimiento y solvencia.
P ¿Cuál es el equilibrio accionarial tras la salida de Endesa del capital de hace meses?
R Creo que está demostrado que tenemos una estabilidad accionarial de hace muchos años. La sociedad accionista Hisusa da una gran tranquilidad a Agbar. Después ha habido socios que han ido cambiando. Yo no se si habrá más cambios, lo que si se es que somos muy estables en este sentido.
P Por lo tanto, ¿no se prevé incorporar nuevos socios estratégicos?
R No hablamos sobre los accionistas. Pero no existe nada en este sentido. Insisto en que lo que se ha valorado siempre de Agbar es precisamente la estabilidad. Esto no tiene nada que ver con el crecimiento. Evidentemente, no somos una empresa estancada. Al contrario, con el endeudamiento que tenemos vislumbramos crecimientos del 20%. Tenemos la misma facturación que cuando vendimos Cespa a Ferrovial. Esto supone un crecimiento muy importante. Nuestros tres pilares clásicos son crecimiento, solvencia y rentabilidad. Es decir crecemos de manera rentable y manteniendo el balance dentro de un nivel de solvencia. Esto es lo que hace que siempre crezcamos a niveles del 20%, pero sin saltos espectaculares.
P La compañía cuenta con inversiones importante en América Latina y en Argentina existen aún negociaciones sobre el futuro de las concesiones. ¿Puede existir algún temor para el accionista?
R Nuestro accionista ya sabe que Argentina no significa ningún riesgo económico para nosotros. Todo lo que tenemos en este país fue provisionado totalmente en 2001. No existe riesgo financiero. En Argentina, lo único que nos puede pasar en estos momentos es que vayamos mejorando nuestra posición económica. Tenemos que pensar que una parte del beneficio extraordinario que realizamos en 2004 era por la provisión recuparada. Esto lo que ha demostrado es que el riesgo argentino es cero en estos momentos.
Por lo tanto, creo que la situación argentina no cuenta en el tema bursátil porque ya hace años que está amortizado. Sí cuentan, en cambio, posiciones como la chilena, que es buena. En este caso, nos afecta positivamente porque se trata de un país estable, con un crecimiento económico indudable, y en el que las materias primas como el cobre o la celulosa, y la estabilidad democrática hace que toda la economía tire hacia arriba.
P ¿Cómo están las negociaciones con el Gobierno argentino?
R Nuestro socio Suez es el que lleva las negociaciones en Argentina. Nosotros dentro de las tres sociedades en las que operamos tenemos el 25% y Suez tiene un 35%. Hay que tener en cuenta que el grupo francés cuenta con el 50% de Hisusa (accionista de Agbar). Con todo, nosotros apoyamos las negociaciones que lidera Suez. En la concesión de Santa Fe ya hemos enviado una carta argumentando que consideramos que el contrato no se había cumplido y, por tanto, hemos pedido la rescisión de la concesión. Ya estamos analizando cuál será nuestra salida de Santa Fe, que necesariamente será pactada.
Esas cosas siempre hay que hacerlas de forma correcta. Por lo tanto, en Santa Fe habrá probablemente un operador local, argentino, que asumirá el control. En el caso de Buenos Aires aún no hemos llegado a este punto. Puede haber aún una negociación. Alimentamos esta esperanza. Sin embargo, si no podemos llegar a ningún acuerdo repetiremos la misma situación que en Santa Fe, con una salida pactada, correcta, como siempre hacemos. La tercera concesión es la de Córdoba, donde las negociaciones están mejor que en las otras dos. Sin embargo, también es verdad que en muchas provincias argentinas se espera a ver cómo avanza la situación en la capital. En Córdoba pensamos que dentro de un tiempo puede haber un acuerdo razonable.
P Y Estados Unidos es otro mercado muy diferente. ¿Cuál es la estrategia en Norteamérica?
R Estados Unidos es un lugar que nos gusta. Las monedas fuertes son el euro y el dólar. Por una parte, nuestro pensamiento pasa por consolidarnos en la zona euro, con lo que tendremos que considerar algunos de los mercados de Europa del Este en los próximos tiempos. Por otra parte, está Estados Unidos, que en la actividad de inspección técnica de vehículos (iteuves) nos ha ido muy bien. Estamos en varios Estados, con una facturación que ya es importante, y con un resultado que ya ha igualado el que generamos en Cataluña.
Por lo tanto, con Applus seguiremos apostando en EEUU. La situación varía en lo que se refiere a concesiones del ciclo agua, sector en el que apostamos en el mercado de lo que se denomina derechos de agua. Entramos hace años, pero vimos rápidamente que tampoco avanzaba. Ya vendimos nuestra participación en la compañía local Western Water hace cuatro años. Los ayuntamientos y consistorios estadounidenses han formalizado un sistema bastante eficiente de gestión del agua, más que en algunos países europeos, muy compartimentado, pero con mucha experiencia. Esta situación supone que tampoco se puede generar masa crítica, como en otros mercados de América Latina. Entonces, la conclusión es que en Estados Unidos vamos a ampliar nuestra presencia casi exclusivamente en el sector de la inspección y la certificación.
P Y China...
R Es un país muy interesante, y lo llevamos estudiando desde hace dos años. Pero hay que tener mucha paciencia. Indudablemente, entraremos con Applus, porque la certificación tiene que ir donde está el cliente y el cliente industrial está en China. En función de los nuevos clientes que vayamos obteniendo allí, sobre todo en juguetes, automóvil y otros sectores de manufacturas, estaremos con Applus.
P Volviendo rápidamente a Cataluña, existe un contencioso con la Generalitat en la prórroga de la concesión de la inspección técnica de vehículos. ¿Este proceso puede penalizar el valor en Bolsa?
R No hemos observado nada de esto. La Generalitat de Cataluña nos dio en determinado momento la prórroga de la concesión, y nosotros tenemos unos derechos que, aún que ahora se vean derogados, seguiremos manteniendo. Por otro lado, hay que tener presente que el peso de Cataluña en nuestro negocio sigue siendo importante, pero Applus ya hace tiempo que es la primera certificadora a nivel español y de forma indudable está entre las cinco primeras a nivel mundial. Nuestro plan de crecimiento es claro, por lo que el peso de Cataluña no diré que no sea importante, pero no será definitivo.
P Se habló de la posibilidad de que Applus saliera a Bolsa...
R En el mundo de la empresa todo es posible. Pero, una vez dicho esto, y considerando el corto plazo, la respuesta es que no. Applus no saldrá a Bolsa. La que cotiza es Aguas de Barcelona. Sólo podría barajarse el caso si se necesitara un crecimiento muy importante, con la intención de captar copiosas aportaciones de capital exterior para afrontar el desarrollo.
Los siete mercados de América Latina no generan riesgos
El grupo está presente en siete países de América Latina ¿Cuál es la valoración global de la situación de las filiales en estos mercados?Estamos presentes en Argentina, Chile, Uruguay, Colombia, Brasil, Cuba y México en concesiones del ciclo del agua. Efectivamente, hace años nos marchamos de dos de las tres concesiones que manteníamos en Colombia por problemas de seguridad. Estos temas han mejorado, pero tampoco de una forma radical. En Colombia nos queda la concesión de Cartagena, con 700.000 habitantes. Con todo lo que nos queda, lo que si es cierto es que no tenemos ningún otro riesgo. Sólo podríamos considerar Uruguay, donde estamos presentes en Punta del Este. Ahí ha habido un referéndum en el que ha quedado claro que no habrá más privatizaciones. Con todo, estamos cómodos en todos los sitios donde operamos.
La estrategia de introducción de Agbar en nuevos mercados era a través de su negocio tradicional. ¿Existe una nueva estrategia?Depende. Efectivamente, hace años no estábamos tan diversificados, pero la verdad es que actualmente se estudian las características concretas de cada mercado para observar cuál es el negocio que nos va mejor para desembarcar. En Estados Unidos, por ejemplo, nos ha ido muy bien con la inspección técnica de vehículos, actividad que pensamos potenciar en un futuro. En cambio, como ya he explicado, el negocio del agua no fue exitoso. La situación varía en cada caso. En Chile, por poner otro ejemplo, iniciamos nuestra presencia al revés, a través de la actividad central del agua, que ampliamos el año pasado con una inversión muy importante. Ahora contamos con dos estaciones de inspección de vehículos en el Gran Santiago, pero tampoco haremos otras operaciones adicionales de diversificación. Se trata de un país pequeño, con 15 millones de habitantes. En otros temas como el de salud también hemos descartado invertir en Chile.