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Financiación

Las cuentas de las escuelas de negocios españolas

Necesitan a los mejores alumnos, pero también requieren de su generosidad. Las escuelas de negocios europeas juegan en la misma liga en calidad formativa, pero en desventaja frente a las estadounidenses en cuanto a financiación. Las tres escuelas españolas, IESE, Instituto de Empresa y Esade, que se encuentran entre los 50 centros de mayor prestigio del mundo, se financian en un 90% gracias a las matriculas de sus alumnos. Y entre un 4% y un 8% de sus ingresos lo reciben por la vía de donaciones de antiguos alumnos y de empresas. En este sentido, el modelo español dista del estadounidense.

Harvard, por ejemplo, podría funcionar sin cobrar matrículas a sus alumnos, ya que dispone de un fondo de capital a perpetuidad a través de donaciones privadas de 1.400 millones de dólares. Conviene aclarar que Harvard sólo puede manejar los intereses de ese capital, ya que para gestionar el fondo debe contar con el permiso del donante. El 75% de sus antiguos graduados realiza aportaciones a lo largo de toda su vida. Stanford recibe, por la misma vía, 500 millones de dólares, Wharton, 400; Chicago, 200, y Dartmouth, 150 millones. En Europa, los ingresos más elevados a través de este tipo de donaciones los tiene Insead con 52 millones de euros, seguido de London Business School, con 20 millones de dólares. El volumen de las donaciones en las escuelas españolas es todavía pequeño. Poco a poco van andando camino. El Instituto de Empresa consiguió este año a través de este sistema un 8% de los 51,6 millones de euros de financiación. Para Esade supone un 4,3% de los 46 millones de euros previstos para este año. En el caso del IESE este dato se eleva al 7%, lo que supone 3,5 millones anuales, a los que hay que sumar 3,1 millones que provienen de acuerdos con empresas para financiar proyectos de investigación.

'Las escuelas de negocios europeas estamos a años luz de igualarnos en cuanto a financiación a las estadounidenses. Lo ideal sería que entre el 20% y el 40% de los ingresos viniera de recursos no vinculados con la actividad', afirma el director general de Esade, Carlos Losada. Esto se debe, en su opinión, no tanto a un factor cultural como de ventajas fiscales, que pueden llegar, dependiendo de los Estados, hasta el 100%. 'El incentivo crea cultura. Aquí nos autocriticamos cuando lo que nos hace falta son más beneficios fiscales', señala Losada. En este sentido también se manifiesta el director asociado del IESE en Madrid, Juan Antonio Galán, que asegura que el régimen fiscal 'no es lo suficientemente atractivo como para atraer este tipo de donaciones'.

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'Lo ideal sería que entre el 20% y el 40% de los ingresos viniera de recursos no vinculados con la actividad'

En repetidas ocasiones, las universidades españolas, y aquí se engloban las escuelas de negocios que aparecen siempre vinculadas a un campus universitario, han presentado al Gobierno una propuesta para que las donaciones destinadas a investigación y desarrollo tengan el mismo tratamiento fiscal que el I+D. 'Todavía queda mucho por hacer. En Estados Unidos, por ejemplo, tienen equipos de hasta 15 personas destinadas a realizar este tipo de captación, a la gestión de grandes fortunas y al desarrollo corporativo de estas instituciones', afirma Mónica Rius, directora de marca de Esade. Estos fondos, señala Rius, van destinados a becas, con las que se atrae al mejor talento, al fomento de la investigación y a la mejora de las instalaciones de los campus.

A pesar de los discretos datos que se manejan en España, la realidad es que las escuelas están ligadas a la realidad empresarial. Por ejemplo, el IESE tiene patrocinadas 12 cátedras, entre ellas la de tecnología de Alcatel, la de estrategia interna de Nissan o la de gobierno corporativo del grupo Santander, que sirven para financiar los trabajos de investigación de los profesores. El Instituto de Empresa tiene, por ejemplo, el centro Enter para el análisis de la sociedad de la información y las telecomunicaciones, que cuenta con el respaldo de Abertis Telecom, Accenture, Intel, o Lucent. 'Aunque lentamente, tenemos que movernos en esa dirección', afirma Gonzalo Garland, director de relaciones externas del Instituto de Empresa. Se tardará muchos años todavía en igualar al modelo estadounidense, señala Juan Antonio Galán. 'Es admirable, pero no inimitable'.

A la caza y captura de los fondos de los ex graduados

¦bull;El 70% de las escuelas de negocios contacta con antiguos alumnos para conseguir una donación al menos una vez al año, según datos de la Association to Advance Collegiate Schools of Business (AACSB).¦bull;Tan sólo un tercio de las escuelas tienen correctas las direcciones de más del 90% de sus antiguos alumnos. Y casi el 60% de las escuelas tiene menos del 10% de donantes de entre sus antiguos alumnos (tan sólo uno de cada diez decide ser generoso con el centro donde ha cursado un máster).¦bull;La media de donaciones está entre un millón y 20 millones de dólares. La donación mínima para una beca es de 30.000 dólares y para una cátedra es de 1,5 millones de dólares. La donación más habitual se sitúa entre los 100.000 y los 500.000 dólares, pero el 6% de las escuelas tiene unos ingresos por esta vía de menos de 10 millones de dólares. Eso es lo que marca la diferencia.

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