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Política

La financiación es el principal obstáculo para pactar el Estatuto catalán

El vicepresidente Pedro Solbes, y el consejero de Economía de Cataluña, Antoni Castells, han intensificado sus contactos para intentar encontrar una fórmula que satisfaga a las dos partes a la hora de plasmar en el nuevo Estatuto catalán el nuevo modelo de financiación al que aspira la Generalitat.

Fuentes del Gobierno tripartito consideran que la financiación se ha convertido en el principal escollo, sobre todo porque Esquerra Republicana de Cataluña no parece dispuesta a ceder demasiado en este terreno y Convergencia i Unió, cuyo respaldo es imprescindible para que el Estatuto prospere en el Parlamento autonómico, intenta elevar el listón de las exigencias. Su presidente, Artur Mas, advirtió ayer que aunque el nuevo Estatuto incorpore muchas competencias nuevas, no valdrá de nada si no incluye 'un sistema de financiación más justo'.

El líder de CiU exigió que el nuevo sistema posibilite que todos los impuestos que pagan los ciudadanos y las empresas catalanas 'sean recaudados y administrados por la Generalitat'. Además, discrepó de la fórmula que el Gobierno tripartito propone para la Agencia Tributaria. En su opinión, ésta no debe estar 'consorciada' con la del Estado, sino que debe ser completamente autónoma y, en todo caso, 'colaborar' con la Hacienda estatal.

El consejero jefe de la Generalitat, Josep Bargalló, mantuvo ayer varios contactos con el Gobierno central y compareció en Madrid ante los periodistas. Su principal mensaje se dirigió a demostrar que el tripartito catalán ha desarrollado desde que tomó posesión una intensa actividad legislativa, al margen del trabajo que ha dedicado a la reforma estatutaria. Bargalló también puso el acento en que su Gobierno no aspira a traer a las Cortes un Estatuto de dudosa constitucionalidad.

Sevilla: 'Queda mucha tela por cortar'

El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, dio a entender ayer que las negociaciones entre el Gobierno central y el tripartito catalán para limar aquellos aspectos del Estatuto que pueden ser inconstitucionales van para largo. El consejero jefe catalán, Josep Bargalló, coincidió con él. Será muy difícil que el Estatuto sea aprobado el 11 de septiembre, fecha de la Diada, porque es posible que para entonces CiU no haya mostrado todas sus cartas y, por tanto, no haya dado un sí definitivo. Otro tanto ocurre con el PP, en una actitud todavía indecisa.

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