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La fiebre por el automóvil llega a la ría de Bilbao

Los monoplazas ya rugen por las calles del Botxo. Bilbao se ha transformado en un completo circuito urbano de alta velocidad, en el que se alcanzarán los 250 kilómetros por hora durante el transcurso de las World Series de Renault. Desde hoy y hasta que acabe el fin de semana, pilotos de 16 nacionalidades se disputarán las World Series, la Eurocup Fórmula Renault 2.0 y la Copa Clio.

La fiebre automovilística desencadenada con el fenómeno Alonso en los circuitos de Fórmula 1 ha favorecido la expectación entre los bilbaínos y los turistas, que han agotado las 30.700 entradas que se han puesto a la venta a precios que oscilan entre los 30 y 90 euros.

Las competiciones serán retransmitidas en directo por televisión y se han instalado tres pantallas gigantes por distintos emplazamientos de la ciudad. Las World Series de Renault, heredadas de Nissan, nacieron en 1998 y se han convertido en una plataforma de lanzamiento para pilotos de elite. En ediciones anteriores se foguearon Marc Gené (BMW Williams y Ferrari), Fernando Alonso (Renault), Justin Wilson (European Minardi) y Ricardo Zonta (Toyota).

La aventura automovilística de Bilbao va mucho más allá de una mera iniciativa deportiva, se trata de un paso más en la estrategia de las instituciones vascas para promover la capital vizcaína como destino de ocio y turismo.

Para hacer realidad este proyecto se constituyó la sociedad Bilbao Urban Circuit, participada a partes iguales entre el Ayuntamiento de la ciudad y la Diputación Foral de Vizcaya, y que ha comprometido una inversión un total de 9 millones de euros para transformar las principales arterias de la villa en un circuito automovilístico homologable a las principales pistas internacionales. El acuerdo suscrito por Bilbao Urban Circuit y la World Series de Renault asegura durante tres años la presencia de este acontecimiento en la capital vizcaína.

El circuito urbano de Bilbao se ha tejido a lo largo de un mes y ha transformado por completo la villa. Se han reasfaltado las calles incluidas en los trazados de las carreras y se han dispuesto vallas, postes de seguridad y muros de protección. Además se ha cortado el tráfico y modificado el sentido de la circulación en más de 60 calles, eliminado aparcamientos y cambiado el recorrido de los autobuses urbanos.

Se trata de una singladura llena de números: 9.000 metros cuadrados de muros; 18.000 metros cuadrados de mallas; 72.000 metros de cable de acero; 4.600 postes de acero; 500.000 tuercas; 40.000 neumáticos de protección; 4.000 metros de vallas de cerramientos; 32 boxes, 23 carpas, y 60 casetas de control de acceso. Un dispositivo especial de un millar de personas trabajará esas tres jornadas para que todo discurra con normalidad.

Por el lado empresarial, esta iniciativa ha supuesto contratos para Pavisa y Balzola (pavimentos y muros); Arlan (graderíos y camerinos); Peri (boxes y camerinos); Extremiana (sistemas audiovisuales), y Astore (textil). Entre los promotores y patrocinadores se encuentran Renault Sport, RPM Racin y Michelin.

Sin embargo, toda iniciativa tiene sus detractores. Muchos conductores padecen cortes y desvíos en los accesos a Bilbao y en el tráfico interno. Además los vecinos de las calles del circuito se quejan por las dificultades de acceso a sus domicilios y el ruido que habrán de soportar.

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