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Diálogo social

Patronal y sindicatos admiten pocas posibilidades de acuerdo

La verdadera negociación sobre la reforma laboral se retomará en septiembre. Esto fue lo acordado entre los máximos líderes patronales y sindicales en una cena celebrada el miércoles por la noche, en la que los asistentes también constataron que hay muchas dificultades para llegar a un pacto.

El acuerdo sobre la reforma laboral está difícil. En esto coincidieron ayer las fuentes patronales y sindicales consultadas, quienes, sin embargo, no quisieron cerrar del todo la posibilidad de alcanzar algún tipo de pacto.

Si bien las 'diferencias sustanciales' constatadas ayer entre los objetivos y las posturas de patrona y sindicatos apuntan a que la reforma que pueda pactarse no será de gran envergadura.

Eso sí, el acuerdo o desacuerdo deberá esperar, al menos, hasta septiembre, según lo acordado por los asistentes a la reunión. Será entonces cuando la mesa de la reforma laboral retome con firmeza sus trabajos con la esperanza de llegar a algún acuerdo 'lo antes posible pero sin la presión del tiempo', asegura una fuente sindical.

De momento, otra de las cosas en las que coincidieron los interlocutores sociales es en que la negociación tiene que ser tripartita, incluyendo al Gobierno en todas las reuniones de la mesa de diálogo.

Por ese motivo, acordaron solicitar al Gobierno un reunión de las tres partes (sindicatos, empresarios y Ejecutivo) antes de finalizar el mes de julio.

Ayer ya se iniciaron los contactos necesarios para que el Gobierno convoque, probablemente la próxima semana, una reunión de la Comisión de Seguimiento del diálogo social, en la que se intentará acotar más los objetivos de la negociación con el fin de facilitar las conversaciones de septiembre.

A la cena del miércoles asistieron el presidente de la patronal CEOE, José María Cuevas, y los secretarios generales de CC OO, José María Fidalgo y de UGT, Cándido Méndez, a los que acompañaron los responsables de las negociaciones en la mesa de la reforma laboral de las tres organizaciones.

Según fuentes conocedoras de lo que ocurrió en el encuentro, mientras que los máximos líderes patronales y sindicales estuvieron en todo momento conciliadores, fueron los responsables de la negociación los que pusieron de manifiesto en varias ocasiones las enormes divergencias que existen entre las partes.

Fuentes sindicales aseguraron que la patronal aún no tiene claro que el objetivo de la negociación sea atajar el abuso de la contratación temporal, 'aunque según algunas cosas que se dijeron en la cena, se ve que los empresarios están un poco más dispuestos a discutir sobre el encadenamiento de los contratos y sobre la regulación de las subcontratas'.

Fórmula de negociación

Pero antes de abordar los temas concretos sobre las reformas legislativas en el mercado laboral, los interlocutores sociales tendrán que empezar a abordar desde la próxima reunión la fórmula de negociación.

En la declaración para el diálogo social firmada hace un año, quedó claro que el Gobierno sería un interlocutor más del diálogo igual que la patronal y que los sindicatos y que, como ellos, tendría que aportar sus propuestas en la mesa.

El Gobierno ha desistido recientemente de llevar sus propuestas a la mesa lo que ha provocado el estancamiento del diálogo y el malestar de los interlocutores sociales. Trabajo aseguró ayer que convocará la reunión tripartita que piden empresarios y sindicatos. Pero fuentes de este departamento volvieron a referirse ayer a 'empujar' o 'impulsar' el diálogo, no a participar en él.

A la vista de lo que apuntó ayer José María Cuevas, en una rueda de prensa en Valencia, las discrepancias internas del Ejecutivo podrían ser uno de los problemas del proceso. 'Parece que quien tiene que ponerse de acuerdo es el Gobierno', dijo Cuevas.

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