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CincoSentidos

El uso del botox se dispara en España

Fruncir el ceño es un gesto natural en mí. Cuando trabajo, cuando veo la televisión, cuando hablo. La gente antes me decía a menudo que parecía preocupada, me preguntaba si estaba bien, si estaba enfadada. Tengo 32 años, pero todo el mundo pensaba que tenía más'. La persona que habla es una paciente del doctor Ángel Juárez, cirujano plástico del Hospital de la Zarzuela en Madrid. Hace un mes que esta mujer se sometió a infiltraciones de toxina botulínica -botox- una proteína natural purificada, aplicada desde hace tiempo en diversos tratamientos médicos y, desde finales de febrero, autorizada en España para usos estéticos.

'Míreme, ya no tengo arrugas en el ceño. Por mucho que me esfuerce no puedo fruncirlo', explica mientras gesticula para demostrar de forma práctica lo que dice. Efectivamente, no puede fruncirlo. Con la frente lisa y relajada, parece tranquila, descansada. Es difícil, por no decir imposible, deducir que ese aire sereno se debe a que se le ha inyectado una sustancia que ha relajado parte de los músculos de su frente. 'Nadie me lo ha notado, sólo me dicen que tengo muy buen aspecto y que ya no parezco crispada', resume tras asegurar que está muy satisfecha.

De finales de febrero a abril de este año se han llevado a cabo más de 36.000 tratamientos de este tipo en España. El dato, proporcionado por los laboratorios Allergan (distribuidor de la sustancia) forma parte de un estudio hecho público por la Clínica Planas de Barcelona. Aunque muy lejos todavía de los casi tres millones que se llevaron a cabo el año pasado en Estados Unidos, la cifra sitúa a España como el tercer país europeo -tras Gran Bretaña y Francia- donde más se utiliza con fines estéticos esta sustancia.

El botox se ha convertido así, y en sólo unos meses, en la nueva estrella de los tratamientos estéticos en España. 'Hemos notado un crecimiento exponencial de pacientes que siguen este tratamiento. Algunos de ellos nos explican su problema y nosotros se lo aconsejamos si es la solución más adecuada. Pero otros vienen por el boca a boca. Yo diría que hay un 50% de cada tipo', explica el doctor Juárez.

¿Doloroso? 'Los pinchazos duelen un poquito, pero no es nada que no pueda aguantarse perfectamente', explica su paciente. El procedimiento consiste en realizar microaplicaciones a través de pequeños pinchazos que relajan la musculatura de la zona e impiden que ésta se contraiga. El resultado es que se elimina la arruga y se impide que ésta vuelva a formarse. El tratamiento, que es temporal y cuyos efectos duran de cuatro a seis meses, está especialmente indicado para las líneas de expresión en la frente y en el entrecejo y las famosas patas de gallo.

En la Clínica Planas, el espectacular aumento de la demanda ha impulsado al centro a poner en marcha una Unidad Especial de Botox, que está dirigida por el doctor Rafael Serena. 'El estudio que hemos realizado muestra que el 90% de los tratamientos realizados en España corresponde a mujeres', explican desde el centro. Seis de cada diez pacientes tienen entre 35 y 45 años, dos entre 40 y 60 y el resto más de 60 años.

'Nosotros tratamos a pacientes de 30 a 65 años. Tengo algunas pacientes de 25 ó 27 años, pero a esas edades siempre es por un problema de arrugas en el ceño', señala Ángel Juárez. Otro de los aspectos que recoge el informe elaborado por la Clínica Planas es el alto grado de satisfacción de los usuarios. Así, siete de cada diez repite una vez desaparecidos los efectos de la primera sesión. 'Todos los datos apuntan a que en España seguiremos la tendencia desarrollada en Estados Unidos', vaticinan fuentes de la Unidad Especial de Botox de la clínica barcelonesa.

Barcelona y Madrid, a la cabeza

Barcelona y Madrid son las ciudades que lideran el mercado de los tratamientos de botox en España, con un 85% del mercado en total (Barcelona, un 51% y Madrid, un 34%), según los datos de un estudio realizado por la Clínica Planas.El crecimiento de la demanda, según los expertos, irá en aumento en los próximos años, tal y como ha sucedido en el mercado estadounidense. 'En estos últimos siete años el crecimiento en EE UU ha sido espectacular. De hecho, ha conseguido posicionarse como el tratamiento estético más demandado, tanto quirúrgico como no quirúrgico', recuerda el estudio.En 2004 se realizaron en Estados Unidos 2.837.346 tratamientos de botox, frente a 334.052 operaciones de aumento mamario, 478.251 liposucciones o 1.110.401 peelings químicos. Entre las razones que explican el liderazgo de este procedimiento destacan la brevedad de su aplicación, la rapidez de sus efectos (se nota en tres o cuatro días), que no requiere anestesia y que sus resultados son reversibles. La clave de su eficacia y seguridad, sin embargo, está en que lo aplique un especialista.

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