Los expertos aconsejan cautela en la salida a Bolsa de Dermoestética
La elevada valoración de la empresa y la ausencia de referencias sobre la previsión de ingresos en el futuro son algunos de los aspectos a tener en cuenta en la primera OPV del año, según los analistas Para invertir
El próximo miércoles 13 de julio está previsto que debute en Bolsa Corporación Dermoestética. Será el primer estreno del año en el mercado español, que no había conocido ninguna cara nueva desde la entrada de Cintra, en octubre de 2004.
La compañía valenciana, que desarrolla su actividad en el sector de servicios medico-estéticos, fijó en su folleto de OPV una banda orientativa de precios entre 7,6 euros y 9,1 euros por acción. Esta misma semana, los gestores de Dermoestética han comunicado a la CNMV que el precio máximo de la oferta será precisamente el más alto de la banda, 9,1 euros. Con esta valoración, el PER (número de veces que el beneficio está contenido en la cotización) de la empresa oscila entre 172,9 veces y 207 veces en función del resultado neto obtenido el pasado ejercicio (2,47 millones de euros). Son unos multiplicadores difíciles de encontrar en el pasado reciente de estrenos en la Bolsa de Madrid.
'Se trata de un precio excesivamente alto por lo que nosotros recomendamos no acudir a la OPV', explica Alberto Clemente, del departamento de análisis de GVC. 'Es cierto que el PER de 2004 se ve afectado por los gastos extraordinarios que tuvo que afrontar la compañía por su expansión el mercado italiano. Sin embargo, si utilizamos el beneficio obtenido en 2003 ganó 6,17 millones de euros nos da un PER entre las 50 y las 60 veces, que sigue siendo muy alto si tenemos en cuenta que el ratio del Ibex no supera las 15 veces', añade este experto.
Jordi Falgueras, responsable de análisis de Gaesco Bolsa, coincide en la idea de que el precio que pide Dermoestética por sus acciones es bastante elevado. 'Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de un valor complementario para las carteras de inversión, al pertenecer a un sector poco representado en el mercado español y, lo que es más importante, es uno de los pocos valores de crecimiento dentro de nuestra Bolsa', matiza Falgueras.
En general, como recuerda Felipe Mesía, analista de Self Trade, la valoración de una compañía para salir a Bolsa con garantías de obtener una buena acogida por parte de los inversores debe dejar algún margen de recorrido alcista. 'En teoría, tiene que salir con un descuento de entre el 15% y el 20% con respecto a la valoración fundamental de la compañía'.
Dermoestética insiste en varias ocasiones en su folleto de OPV acerca del perfil de crecimiento de sus actividades. Sin embargo, en el apartado dispuesto en este texto legal para que las compañías den si lo desean algunas pistas a los potenciales accionistas acerca de los resultados futuros de la empresa, la cadena de centros estéticos los resuelve de la siguiente forma: 'La sociedad ha optado por no incluir previsión o estimación sobre beneficios'.
En cuanto a la política de dividendos, Dermoestética retribuyó a sus accionistas en el 2001 y no descarta hacerlo en el futuro si se cumplen una serie de premisas. Sin embargo, la empresa avisa en el folleto de que 'no tiene previsto pagar dividendo alguno con cargo a los resultados de 2005'.
Debido a estas y otras incógnitas, algunas sociedades de Bolsa aún no se atreven a hacer una valoración sobre la compañía. 'Estamos esperando a tener más información y a ver cómo se comportan los títulos en las primeras jornadas para emitir un juicio de valor', reconocen desde una sociedad. Otra de las dificultades con la que se están encontrando los analistas a la hora de valorar a Dermoestética es la escasez de compañías comparables en el mercado.
'Por el perfil de negocio que tiene, se trata de un valor que va a estar ligado al ciclo económico, ya que las operaciones de estética no son un gasto básico y dependerá de la riqueza disponible por los consumidores', recuerda Clemente. Además, los potenciales inversores deben tener en cuenta que Dermoestética, como reconoce la propia compañía en el folleto de OPV, podría afrontar en el futuro procesos judiciales en caso de que algún cliente presente una demanda por negligencias médicas.
La clave está en el tramo institucional de la oferta
Aunque no hay datos oficiales, fuentes del mercado aseguran que la oferta de Corporación Dermoestética podría estar sobresuscrita, es decir, la demanda supera a la oferta en todos sus tramos. De cumplirse esta situación permitiría a los gestores de la compañía situar el precio definitivo de la OPV en la parte alta de la banda (9,1 euros).El día clave para que el minoritario se haga una idea de cómo puede ir la salida a Bolsa será el próximo martes 12 de julio, un día antes del estreno oficial, cuando se sepa la asignación definitiva a cada tramo. La operación se destina a tres tipos de inversores: minorista (el 20% de la oferta), institucional español (20%) e institucional extranjero (60%). La respuesta de este último a la oferta será un termómetro decisivo del apetito del mercadoDe momento, a pesar de las voces que hablan de un éxito en la colocación, en el mercado gris (una plataforma no oficial donde los inversores institucionales negocian por su cuenta), las acciones de Corporación Dermoestética se pagaban el jueves a 7,8 euros, es decir, en la franja baja de la banda de precios, según datos del portal de internet IPO Market.La importancia de la respuesta del tramo institucional se pudo comprobar hace un año cuando Probitas Pharma, a pesar de tener sobresuscrito varias veces el tramo minorista y de fijar como precio máximo el más lato de la banda, como ha hecho Dermoestética, tuvo que abandonar la idea de salir a Bolsa por la escasa respuesta de los inversores institucionales.