La elaboración del nuevo Estatuto catalán entra esta quincena en su etapa decisiva
Los principales partidos catalanes enfilan a partir de esta semana la recta final en la elaboración del nuevo Estatuto, de forma que pronto se podrá conocer la actitud definitiva que adoptan CiU, que dispone de capacidad de veto, y el Partido Popular.
La segunda lectura del Estatuto en el trámite de ponencia se está enfrentando a serios problemas ya que hay más de una veintena de preceptos incorporados al texto que se consideran inconstitucionales. El Partido Socialista de Cataluña mantiene conversaciones con el Gobierno central para limar los aspectos más dudosos con el fin de que la redacción final no presente problemas cuando llegue, si es el caso, al Congreso de los Diputados, el próximo otoño.
Antes deberán despejarse varias incógnitas. La primera de ellas, si Convergència i Unió apoya o no el Estatuto y, por tanto, si ejerce su capacidad de veto en el Parlamento autonómico, decisión que paralizaría su tramitación. La segunda incógnita deriva de la posición final que adoptará el PP, dado que su líder en Cataluña, Josep Piqué, ha condicionado su apoyo al nuevo Estatuto al retoque de todos aquellos aspectos que bordean la inconstitucionalidad. En su mayoría guardan relación con las competencias exclusivas que la Generalitat reclama para sí. El rechazo del Estatuto catalán por parte del PP no lo frenaría en Cataluña, pero sí en Madrid.
Valencia como referente
También queda por resolver la fórmula final relativa a la financiación autonómica que incorpora el Estatuto y que el Gobierno central quiere que sea lo menos comprometida posible para que la negociación sobre este particular pueda ser multilateral.
El pasado viernes fue aprobada en el Parlamento autonómico la reforma del Estatuto valenciano con los votos a favor de los diputados del PP y del PSPV-PSOE, los dos grupos firmantes de la propuesta, y el rechazo de los diputados de EU-Entesa. Se trata de la primera reforma estatutaria que llegará a Madrid. Hoy lunes será recibida en el Congreso.
El Estatuto valenciano, pactado por los dos grandes partidos, quiere ser tomado como referencia por ambos a la hora de encauzar el resto de las reformas en curso.