Estudiantes de ingeniería emulan con sus bólidos a la Fórmula 1
Caucho quemado, vueltas rápidas y parrillas de salida ya no son palabras exclusivas de las grandes escuderías. Más de 50 alumnos de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) preparan los últimos detalles para llevar sus bólidos a Leicester. En la ciudad inglesa enfrentarán sus prototipos con las creaciones de 65 universidades de todo el mundo. Es la Fórmula SAE, una competición donde se mide la creatividad, el espíritu emprendedor y las habilidades de conducción de los futuros ingenieros.
El campeonato organizado por la Sociedad de Ingenieros Automotrices (SAE, en sus siglas en inglés) se desarrollará entre los próximos 7 y 11 de julio. Durante esos días, los jueces medirán la concepción, el diseño, la construcción y posterior competición en carrera de los monoplazas desarrollados por los participantes.
La UPM es el único centro educativo español que participa en el certamen. Los integrantes del equipo son en un 95% estudiantes de ingeniería industrial; el resto son alumnos de ingeniería aeronáutica. Esta es la segunda vez que participan en la competición puesta en marcha por la Universidad de Michigan (EE UU) en 1982.
La Universidad Politécnica de Madrid participará en la competición con dos coches. Toyota, 3M, Dunlop, Atisae, Bosch y RS han aportado los 95.000 euros necesarios para financiar el equipo
Juan José Herrera, responsable de marketing del equipo español, explica que lo más valioso del proyecto es que 'forma ingenieros, al permitir aplicar los conocimientos y trabajar en equipo'. Para participar en el campeonato, los estudiantes se enfrentan con problemas de la vida real, como el manejo de presupuestos, los plazos de entrega o la captación de recursos.
Para hacerse cargo de todo crean un verdadero equipo, con sus divisiones técnicas (suspensiones, motor, transmisión, chasis) y de organización (logística, marketing, contabilidad). 'Es toda una experiencia laboral porque te permite, además de diseñar y construir un coche, mostrarlo, hacer pruebas y competir con otras universidades', agrega Herrera.
Miguel Ángel Álvarez, ingeniero venezolano y alumno del Máster en Automoción de la UPM, remarca lo peculiar de esta experiencia frente al trabajo a realizar en un área cualquiera de una empresa: 'Es la oportunidad de participar en un proyecto integral. Participas de todas las fases, desde la idea hasta la puesta a punto'.
La competición consta de dos tipos de pruebas. Las estáticas evalúan las características de diseño del monoplaza, se realiza una presentación de marketing y se presenta el estudio de viabilidad y costes del vehículo. Las pruebas dinámicas consisten en pruebas de aceleración, maniobrabilidad y carrera en circuito, con rectas, radios de giro, horquillas y eslalon.
En esta edición, España presentará dos modelos: el UPM001 -el coche creado en 2004 con algunas mejoras- y el íntegramente nuevo UPM002. Los estudiantes terminaron el diseño preliminar de este último a principios de este año y salieron a buscar patrocinadores. Finalmente, Toyota, 3M, Dunlop, Atisae, Bosch y RS aportaron los 95.000 euros necesarios para sacar adelante el proyecto, además de donar piezas y herramientas de trabajo.
Los alumnos también cuentan con el apoyo de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales y del Instituto Universitario de Investigación del Automóvil. La vista ya está puesta en Leicester, pero no será fácil hacerse con el primer puesto. Como señala Herrero, equipos como Reino Unido y Suecia serán duros de batir porque cuentan con más presupuesto.