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Secretos de despacho

Pasión y negocio a caballo

Dos de sus pasiones son los coches y los caballos, dos aficiones que se asoman muy discretamente a su despacho. Su condición de abogado, con delatoras orlas, fotos y libros de leyes por toda partes, sí es mucho más palpable en este elegante bufete propio del centro de Sevilla desde el que ejerce filantrópicamente la presidencia de la Asociación Nacional de Criadores de Caballos Españoles (ANCCE) y del Salón Internacional del Caballo (Sicab), promovido por el sector.

Adolfo Sánchez de Movellán, un sevillano por elección nacido en Santander hace 50 años, es también empresario y vive principalmente de sus negocios inmobiliarios, aunque con los caballos de pura sangre logra conjugar negocio y placer. Pero matiza que con mayor peso de lo segundo. 'Si no te apasionan los caballos, advierte en referencia a todo el sector, te dedicas a otra cosa'. Criador de estos animales desde hace muchos años, lidera la asociación del sector desde 1998 y su evidente facilidad para las relaciones públicas le han permitido moverse con soltura en un puesto que le obliga a entenderse con la Administración o con los famosos y a lidiar con un empresariado muy personalista y reacio a los cambios. 'Pasión e intereses económico, eso es un coctel molotov', admite.

Dice de él mismo que es capaz de hacer varias cosas al mismo tiempo, como se puede comprobar por su apretada agenda repleta de ocio y de trabajo. Como buen hombre de acción, sus maratonianas jornadas se desarrollan principalmente fuera de su despacho. 'Hay tiempo para todo. Es cuestión de organizarse', señala. Y añade que se siente incapaz de no hacer nada.

'Hay que mostrarse con los demás tal cual uno es. Eso le llega a la gente, que le hables con el corazón'

De su gestión al frente de Ancce, destaca la apertura del sector a la prensa y a la vertiente más comercial y glamurosa del mundo de la cría de caballos. Con este equipaje, aportó a su asociación criterios empresariales y multiplicó la influencia del salón Sicab hasta convertirlo hoy en la muestra más importante del mundo en su sector. Sólo en Sevilla, el evento se ha colocado como tercero en importancia por detrás de la Semana Santa y la Feria de Abril con un impacto económico en la ciudad de 37 millones de euros anuales. 'Antes venían los famosos porque Sicab necesitaba darse a conocer y ahora lo hacen para darse a conocer ellos aprovechando el salón. Y estamos encantados'.

Después de siete años presidiendo Ancce, asegura que mantiene la ilusión 'a tope' a pesar de los baches y las dificultades. Como no cobra por su trabajo en la asociación, se permite el lujo de presumir de independencia y opina que el alto directivo tiene que actuar con honestidad y valentía. 'Cuando representas a un colectivo hay que tomar decisiones y difícilmente le pueden gustar a todo el mundo. Yo creo que un directivo tiene que tener las ideas muy claras. Hay que tomarse su tiempo y luego hasta donde haya que llegar, sin miedo'. Lo hizo así en el duro conflicto que lo enfrentó con el anterior Gobierno del PP a cuenta del libro genealógico de los caballos, que estaba en manos de los militares y no del sector.

El contencioso, gracias a sus buenos oficios con el nuevo Ejecutivo socialista, ya está solventado en favor de los intereses de los criadores. Para describir sus relaciones con las distintas administraciones recurre al símil taurino: 'requieren mucha muleta. He aprendido mucho de mi maestro Curro Romero'. Destaca sobre todo con desesperación los dispares tempos entre la empresa y la administración, 'que es lenta y torpe'.

Admite que estar en la cúpula te enseña a ser fuerte. En este punto de su trayectoria, dice agradecer las críticas constructivas y se ha terminado acostumbrando a las otras. 'Para eso tengo ya una capa impermeable'. A la hora de dirigir a los demás tiene varias máximas y no cree mucho en el marketing personal. La primera es el buen trato y la segunda tiene que ver con la capacidad de entusiasmar. 'Tienen que saber que siempre los vas a defender y hay que mostrarse tal cual uno es. Eso le llega a la gente, que le hables con el corazón'. Y rechaza los clichés. Sostiene que quien se hace una imagen de él se equivoca.

Relojes parados, toros y coches

Preside la mesa de trabajo de Adolfo Sánchez de Movellán un cuadro de la Real Maestranza de Sevilla que revela otras de sus grandes aficiones. 'Si te gustan los caballos, explica, también te gustan los toros. Esto suele ser así porque comparten una misma estética'. En una estancia amplia y sin estridencias, destacan el escudo de su familia y varios relojes de pared que no están en hora porque el presidente de Ancce nunca encuentra tiempo para ponerlos en marcha. Absorbido por su responsabilidad en la asociación de criadores de caballos y por sus negocios inmobiliarios, ha terminado delegando en su equipo las tareas propias del bufete de abogados que lleva su nombre. Lo que no deja de lado son sus alternativas de ocio, como los caballos, los coches o el fútbol, además de los toros. 'Me gustan los caballos: de vapor o de cuatro patas'. Como aficionado a las carreras de coches clásicos deportivos ha acumulado varias medallas.

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