El Reina Sofía recorre la trayectoria de Saura
El Museo Reina Sofía presenta la exposición Itinerarios de Antonio Saura, el conjunto de 61 obras -38 dibujos y 23 pinturas- que el centro de arte incorpora a su colección mediante dación en pago de impuestos de sucesión por parte de las herederas del artista (su mujer, Mercedes Beldarraín y su hija, Marina). El museo contaba hasta ahora con 11 pinturas de Antonio Saura, de las que se exponían de forma permanente cuatro, señaló su directora Ana Martínez de Aguilar durante la presentación de la muestra, que se podrá visitar en la Sala O del Edificio Nouvel hasta el próximo 10 de octubre.
Las obras representan un recorrido por toda la trayectoria artística de Saura. El pintor las conservó como referente de la evolución de su trabajo creativo, reveló Marina Saura. 'Todas las etapas de su creación se hacen comprensibles a través del conjunto, aunque quizá falte algún cuadro representativo de los 90', según la hija del artista. Algunas de estas obras se exponen por primera vez.
Desde sus iniciales obras surrealistas, período que se abre con las Constelaciones de 1948, hasta pinturas de su última etapa, como el óleo Cuatro caras, fechado en 1996, la exposición hace un recorrido por los principales temas reiterados por Saura a lo largo de toda su trayectoria artística: Constelaciones, Fenómenos, Obras surrealistas, Obras postsurrealistas/Grattages, Damas, Desnudos, Sudarios, Cabezas y retratos, Multitudes, Acumulaciones, Mutaciones y Narraciones, Superposiciones y Crucifixiones.
Antonio Saura (Huesca, 1930-Cuenca, 1998) empezó a pintar en 1947 con obras muy experimentales, recordó Emmanuel Guigon, director del Musée d'Art Modern et Contemporain de Estrasburgo y especialista en la obra del artista. El conjunto que viene a enriquecer la colección del Reina Sofía es rico en obras surrealistas, destacó Guigon. A principios de los años cincuenta del pasado siglo, viaja a París y evoluciona hacia un lenguaje relacionado con el expresionismo abstracto, una de las manifestaciones artísticas que introduce en nuestro país el grupo El Paso, que Saura fundó junto con críticos y otros artistas. A mediados de los cincuenta, aparecen en su obra los cuerpos. Crea sus series las Damas, los Retratos imaginarios y las Crucifixiones. Guigon añadió que la dación incluye ocho de estas obras maestras.
La faceta literaria y el sentido de la responsabilidad
Además de su obra plástica, en el quehacer de Antonio Saura destaca su faceta literaria. Desde principios de los años 50, no dejó de escribir, sobre su trabajo, sobre Klee, Bacon, Miró, Bram van Velde, sobre Rairen. Escribió panfletos que son gritos de amor, como la extraordinaria letanía titulada Contra el Guernica, publicada en 1982, y que escandalizó al mundo artístico, observa Guigon en el texto del catálogo editado con ocasión de la exposición.Según este experto, Saura se atribuyó el derecho, incluso el deber, de hablar del arte, de su arte y del de los demás, de la sociedad. Escribir, para él, era participar públicamente en los debates que conciernen directamente a los artistas.