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Lealtad, 1

El mercado entra en el modo corrección

Durante la etapa alcista de las Bolsas de la segunda mitad de los años 90 el número de sesiones en las que el mercado cerró al alza fue aproximadamente igual al número de sesiones en las que la Bolsa bajó. Lo bueno de las estadísticas es que sirven lo mismo para un roto que para un descosido y son capaces de soportar y maquillar las tesis más peregrinas. En este caso, para explicar que por muy bien que sean las condiciones de fondo del mercado, la Bolsa no puede subir todos los días.

Llevaba el mercado varias semanas subiendo día sí día también, hasta sumar seis semanas de ganancias una detrás de otra. Lo raro, como señalaban un buen número de analistas, era que el mercado siguiese subiendo. Llegó la corrección, que ha cristalizado en dos sesiones consecutivas de pérdidas. Apenas un gota en el océano, pero que ya ha mitigado la presión sobre los índices y tranquilizado al inversor.

Porque lo que algunos se temían era una eufórica escalada a la zona de los 10.000 puntos que, después, provocase una corrección más traumática. A priori, el movimiento de las últimas dos sesiones no quita el sueño al mercado.

Volviendo a la estadística, cuando la Bolsa vivió tres años de pesadilla el número de sesiones al alza también se aproximó al número de sesiones a la baja. Lo que distingue a un periodo de otro es la magnitud de las subidas y las bajadas. En este sentido, la caída de ayer fue significativa, pues la Bolsa pasó casi toda la jornada con pérdidas del orden del 0,75% pero cerró con una caída del 0,56%. Claro está que ayudó la leve mejora de Wall Street, pero la resistencia, formada en la zona de los 9.600, señala que llegado un punto al operador se le quitan las ganas de vender.

La Bolsa ha entrado en el modo corrección, y el mercado es consciente de la necesidad del descanso, sobre todo con la energía por las nubes. Pero la falta de solidez de los descensos hace pensar que, sin más elementos de por medio, las caídas serán limitadas.

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