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CPE

Bancaja y CAM mantienen la filial conjunta pese a su inactividad

Tres años después de su constitución y sin que haya realizado ni una operación, Bancaja y CAM han disuelto el consejo de la empresa conjunta creada para acometer nuevas inversiones. Dos administradores pilotarán una sociedad con futuro incierto.

Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) han optado por salir por la tangente a la hora de resolver el futuro de Cartera de Participaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (CPE), la sociedad conjunta que crearon a regañadientes hace tres años como alternativa a la frustrada fusión.

Tras fracasar la renovación de los ocho consejeros por las luchas internas del PP en Alicante, la junta de CPE, celebrada ayer, decidió disolver el consejo y nombrar a dos administradores, uno por cada entidad, y mantener activa una sociedad que se ha limitado a ser una tenedora de acciones.

El acuerdo para mantener la sociedad lo alcanzaron in extremis los dos presidentes, José Luis Olivas, de Bancaja, y Vicente Sala, de la CAM, el pasado viernes por la noche. Ante la imposibilidad de renovar el consejo, como exige la normativa, las opciones eran dos: disolver la sociedad, lo que tenía un coste fiscal muy elevado -unos 40 millones, según fuentes citadas por el diario Levante-EMV- o mantenerla nombrando dos administradores.

Esta segunda opción es la que se acordó por la cúpula de las entidades. Los motivos, según fuentes consultadas por este periódico, van desde el coste económico que supondría, hasta el político. No en vano Olivas era, en el momento de constitución de CPE, miembro del Gobierno de la Generalitat Valenciana con Eduardo Zaplana como presidente, y fue precisamente el actual portavoz del PP en el Congreso, quien impulsó la creación de este órgano como alternativa a la fusión.

Las dudas ahora se ciernen sobre el futuro de la sociedad. Son muy pocos dentro de Bancaja y prácticamente ninguno en la CAM, los que apuestan por la utilidad de CPE y varias fuentes coinciden en que éste es un paso previo a una disolución cuando las condiciones, políticas y económicas, sean más favorables. Llama también la atención el hecho de que Bancaja haya nombrado como administrador al responsable de participadas, Arturo Alario, mientras que la CAM ha optado por un técnico de menor rango, Alfonso Rodríguez, segundo del homólogo de Alario en la caja alicantina.

Por otro lado, la CAM ha adaptado sus cajeros automáticos para el envío de dinero al extranjero.

El consejo se embolsa 1,2 millones en tres años

El objetivo de CPE era canalizar futuras inversiones conjuntas por parte de las dos cajas valencianas. Nada más lejos de la realidad. Durante estos tres años, Bancaja y CAM se han distanciado más que nunca y si una invertía en NH la otra lo hacía en Sol Meliá, por ejemplo.Mientras, el consejo, nombrado a medias por las dos cajas, se ha embolsado 1,2 millones de euros por no tomar ni una sola decisión en todo el tiempo que ha estado activo. El único intento fue el de crear un fondo de capital riesgo, que ayer se anunció que ya puede operar. Con los administradores, tampoco se esperan inversiones.Mientras, CPE cerró el año pasado con un beneficio de algo más de 4 millones, procedentes de las ganancias de Abertis y Ribera Salud, las únicas empresas activas que aportaron las cajas en la constitución.

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