La Seda prevé comprar Selenis y Aussapol por 140 millones
La Seda ha valorado en un máximo de 140 millones de euros los activos de Selenis y Aussapol, dos compañías químicas europeas que prevé comprar antes de finalizar este año. La junta del grupo químico aprobó ayer una emisión de obligaciones y una posterior ampliación de capital de 120 millones.
Después de 10 años de ajustes, La Seda inicia una etapa de crecimiento. Este argumento es el que defendió ayer el presidente de La Seda de Barcelona, Rafael Español, en la junta de accionistas que por primera vez en 14 años aprobó las cuentas anuales por unanimidad.
Con un quórum del 39,39% del capital, la empresa textil reconvertida en química respaldó la modificación del valor nominal de las acciones de tres a un euro, paso previo a un aumento de los recursos propios de 120 millones de euros, que persigue el objetivo de adquirir las compañías europeas Selenis y Aussapol.
La emisión de obligaciones convertibles aprobada se sitúa en los 47,5 millones a cinco años, con un interés del 5% y con períodos de conversión de seis meses. La ampliación de capital posterior de 72,4 millones (1,25 euros por acción) depende de las negociaciones para la compra de las dos compañías citadas.
Rafael Español aseguró que las primeras valoraciones de activos de Selenis (Portugal) y Aussapol (con dos fábricas en Italia) alcanzan un máximo de 140 millones de euros. Matosgil, el grupo portugués que con Ibersuizas y Hemisferio es el principal accionista de La Seda con una participación del 23%, es también el propietario de Selenis y Aussapol, y pretende traspasar las dos factorías a La Seda para formar el segundo grupo europeo fabricante de plástico Pet (por detrás de la heredera de Eastman Kodak), con una capacidad de 450.000 toneladas.
Sin embargo, el propio Español reconoció en la junta de ayer que las negociaciones podrían retrasarse, por lo que si tardan más de medio año tendría que convocarse otra junta de accionistas para volver a aprobar la ampliación de capital, al quedar desligada de la conversión de las obligaciones.
En caso de prosperar las negociaciones, La Seda pasaría a duplicar la facturación hasta los 500 millones. Paralelamente, Español anunció la instalación de una nueva planta de cogeneración de 10 megavatios en la factoría central de El Prat (Barcelona).
Casi todo el negocio es químico en la textil
Rafael Español ha justificado en los últimos 11 años el paso del textil al químico de las unidades de polimerización de la factoría de Catalana de Polímers de El Prat de Llobregat (Barcelona). Lo que se justificó en un principio como una oportunidad de negocio, se ha convertido en una necesidad con el paso del tiempo, después de la huida y el cierre de gran parte de sus clientes textiles (incluido el de su vecino Fisipe), que o han desviado sus compras a países asiáticos o sencillamente se han trasladado físicamente. Con todo, La Seda mantiene la producción de fibras textiles en la planta de El Prat, como un tipo de telas antiácaros para la firma Prenatal. Sin embargo, ni Rafael Español sabe hasta cuándo podrá mantener la fabricación de estos productos. La Seda también produce fibras técnicas para automoción en la planta de Inquitex.