Lladró pondrá su marca a productos de lujo
Situar la marca Lladró a la altura de las grandes del segmento del lujo yendo más allá de la cerámica decorativa. Ese es el objetivo del director de una empresa que pondrá su enseña en otros productos.
La lógica se ha impuesto en la sede de Lladró en Tavernes Blanques (Valencia). Tener una de las marcas españolas más reconocidas en el mundo, que además está posicionada en el segmento de lujo y exclusividad, y no aprovecharla en todo su potencial parecía un error que el actual director general de la compañía, Alain Viot, está dispuesto a enmendar extendiendo su uso más allá de la cerámica decorativa. Procedente del grupo Richemont, este francés fogueado durante 17 años entre marcas como Cartier, Piaet, Dunhill o Montblanc, aterrizó en la empresa valenciana en septiembre pasado con el encargo de relanzar la compañía que, por primera vez en su historia, estaba en números rojos.
'La marca es el principal activo de esta empresa, una marca que ha alcanzado tal posición internacional en sólo 50 años que si estuviera dentro del grupo Richemont sería una de sus cabeceras', dijo Viot ayer en la presentación del plan estratégico de la compañía que fundaron los hermanos Juan, José y Vicente Lladró.
El eje principal del plan de futuro para Lladró Comercial -la filial de Sodigei (la empresa holding de la familia) que concentra la actividad tradicional- es precisamente 'la extensión de la marca a nuevos sectores más allá de la porcelana clásica, aunque afines al ADN de la compañía', dijo Viot. No se trata de dar licencias, como hacen otras marcas de gama alta, posibilidad que negó también Rosa Lladró Sala, la presidenta de la empresa que acompañó a Viot en la presentación. 'Podemos ofrecer una nueva alternativa al lujo tradicional que hoy en día está bastante banalizado y masificado. Lladró es un caso único y puede intentar algo nuevo, porque tenemos que sorprender a nuestros clientes', dijo el consejero delegado.
Viot afirma que en la empresa faltaba una visión de futuro y de conjunto que impedía el despegue
Sobre los futuros productos que llevarán la marca Lladró, ni palabra, amparándose en que no hay que dar pistas a la competencia. Sin embargo, Viot sí que apuntó que sean cuales sean, se fabricarán 'allí donde estén los especialistas y siempre en Europa', una política seguida por otras empresas del sector del lujo. Aprovechó Viot para tranquilizar a una plantilla -que sigue afectada por un expediente temporal de empleo que reduce la semana a cuatro días laborables durante 2005- afirmando que no habrá reducciones de empleo ni deslocalización.
Lladró ya tuvo una fallida experiencia con productos de marroquinería. 'Lo que ocurre es que ahora se va a hacer todo con orden, no como entonces', reconoció Rosa Lladró. De hecho, el propio consejero delegado reconoció que a su llegada a la empresa detectó esa 'falta de visión de futuro, de conjunto y de orden' que ahora trata de imponer.
Con todo, Viot señaló que el negocio seguirá girando alrededor de las codiciadas figuras de porcelana, a las que tratará de colocar aún en una posición más elevada, 'buscando la exclusividad que es lo que demandan los clientes de Lladró'. Unos clientes que la empresa quiere mantener y aumentar, especialmente entre la segunda generación de compradores en los mercados tradicionales de la marca y la primera en los mercados emergentes, como son China y la India. 'Para todo este plan, la dirección cuenta con el apoyo de la propiedad que garantiza la financiación necesaria para realizar todas las inversiones que sean precisas', confirmó Rosa Lladró.
Las ventas caen el 8% en 2004
Alain Viot ha traído a la compañía una costumbre de los grandes grupos del lujo, ya sea Richemont o LVMH, de no facilitar datos detallados de las marcas que los integran. Ayer se limitó a reconocer que las ventas de figuras de porcelana cayeron un 8% en 2004. La empresa sigue en pérdidas y la previsión es que no se logre el equilibrio de nuevo hasta 2007, para lograr beneficios en 2008. No hubo más detalle.Por otro lado, las existencias crecieron un 8%, lo que pone de manifiesto que la empresa sigue produciendo más de lo que es capaz de vender, aunque Viot aseguró que la situación está controlada y que no habrá que reducir la plantilla.Rosa Lladró Sala, por su parte, apuntó que la situación societaria no ha cambiado, y que su prima, Rosa María Lladró Castelló, sigue interesada en vender su participación en la compañía, aunque de momento no se ha producido ningún movimiento nuevo.