Los inmigrantes mejoran la natalidad
El pasado año nacieron en España 453.278 niños. Hacía más de veinte años que no se alcanzaba en el país esta cifra de nacimientos.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) indicó ayer que este repunte de la natalidad se debe en gran parte a 'la fertilidad de las madres extranjeras, que va en aumento'. De hecho, de todos los nacidos el pasado año, 62.150 niños fueron de madre extranjera, lo que supone un 13,7% del total. Además, en 2004 nacieron 8.844 hijos de inmigrantes más que en 2003 (un 16,6% más).
Cuatro de cada diez de estos nacimientos son hijos de madres procedentes de Marruecos (12.953 niños) o de ecuatorianas (11.048 niños).
Con esta recuperación de la natalidad, se puede decir que España se acerca cada día más a Europa. El número medio de hijos por mujer está creciendo desde 1996, cuando se situaba en un bajísimo 1,16, hasta situarse el pasado año en 1,32, el valor más elevado desde 1993 y con el que se coloca un poco más cerca de la media de la UE-15, donde cada mujer tiene una media de 1,52 hijos.
España queda aún más cerca de la media de la Europa de los 25, donde cada mujer tiene una media de 1,48 hijos. Esta media es menor que la de los Quince porque muchos países de la Europa del Este tienen una media de hijos muy similar a la que tenía España en 1996, cuando aún no había comenzado la última expansión económica.
El otro dato significativo del movimiento poblacional en España es el crecimiento vegetativo (diferencia entre los nacidos y los fallecidos). El pasado año hubo 453.278 nacimientos y 370.698 fallecidos, lo que arroja un saldo 82.580 personas más en 2004, cifra desconocida desde hace más de veinte años, y muy superior a la registrada en 2003, cuando se registró un crecimiento vegetativo de 56.134 personas.
El INE destaca que este saldo entre fallecidos y nacidos durante los últimos cinco años ha venido registrando un incremento anual de alrededor de 5.000 personas, hasta 2004, cuando dio el salto creciendo en más de 25.000 personas respecto al ejercicio anterior.
Esto ocurre, además de por el impulso de la tasa de natalidad (con 10,6 nacimientos por cada mil habitantes), por la fuerte caída de la tasa de mortalidad. El pasado año hubo 8,86 fallecidos por cada mil habitantes frente a los 9,14 del año anterior (con 13.031 fallecidos menos).
En el capitulo de mortalidad empieza a aumentar el volumen de fallecidos extranjeros (8.995 el pasado año), en su mayoría procedentes de Reino Unido y Alemania.
El INE destaca también un ligero aumento de las parejas que deciden casarse. En 2004 se registraron 215.322 matrimonios, 5.167 más que el año anterior. En 30.637 de estos matrimonios, al menos uno de los cónyuges fue extranjero, un 14,2% del total. En casi la mitad de estos casos la boda fue entre un hombre español y una mujer extranjera.
Caída vegetativa de población en seis regiones
El crecimiento vegetativo de la población (diferencia entre los nacidos y los fallecidos) registró un fuerte impulso el pasado por la mejora de la natalidad y la caída de la tasa de mortalidad. Sin embargo, esto no ocurrió por igual en todas las comunidades. Es más, hubo seis comunidades que perdieron población, esto es, que registraron un mayor número de fallecidos que de nacimientos.Galicia es la región donde más población se perdió con 7.792 personas menos. El resto de comunidades con crecimiento vegetativo negativo (Castilla y León, Asturias, Aragón, Cantabria y Extremadura) perdieron en su conjunto 14.306 habitantes. Por el contrario, Madrid se colocó a la cabeza, con una ganancia poblacional de 28.444 personas. La tasa de mortalidad más alta se encuentra en una de las comunidades con pérdida de población, Asturias, donde se registraron 11,7 fallecidos por cada mil habitantes, frente a la media nacional de 8,68. La comunidad canaria fue, sin embargo, la región con una tasa de mortalidad más baja (6,57 por cada mil habitantes).La Región de Murcia tiene la mayor tasa de natalidad de España, con 13 nacimientos por cada mil habitantes y Asturias, la más baja (6,91).