La sombra de los Rothschild en la historia de España
Largas y complejas han sido las relaciones de los Rothschild, quizá una de las dinastías de banqueros europeos más emblemáticas de los últimos dos siglos, con España. Y con documentos, detalles minuciosos y con la objetividad que da el conocimiento, Miguel A. López Morrell ha escrito La casa Rothschild en España (Ed. Marcial Pons), que relata esa historia.
La obra arranca con la primera operación que esta familia judía ramificada en toda Europa realiza en España, cuando la saga de los Rothschild estaba casi en el comienzo de su larga trayectoria. Pero no por ello fue menos espectacular: la financiación del ejército del duque de Wellington que se encontraba acosado en la Península Ibérica por las tropas de Napoleón.
Y a partir de ahí en la historia de España la Casa Rothschild empieza a tener un peso, quizá no muy conocido pese a su dimensión, constante y creciente, a veces polémico. Y veinte años después de su relación con el aristocrático militar inglés, la familia decide crear una agencia estable en España. ¿Cómo llamaríamos ahora esa entidad? Banco de negocios, banca privada. En cualquier caso, el libro refleja cómo esos banqueros decidieron ser y fueron precursores, y que España fue uno de sus escenarios.
En la obra, que si no fuese por la edad del autor podría compararse con el mítico Carlos V y sus banqueros de Ramón Carande, se refleja junto con la actuación de esa banca las constantes crisis financieras y conflictos bélicos que vivió España. Debacles que obligaron a los sucesivos políticos y al Banco de San Fernando (antecedente del Banco de España) a recurrir constantemente a renegociaciones de los préstamos. Y en ese ámbito, las relaciones con los Rothschild cobraron de nuevo fuerza, ya que incluso intermediaron en la negociación en el extranjero de deuda pública española.
Pero otra vertiente de las operaciones de esa banca tuvo unas connotaciones más positivas. Los Rothschild participaron en la promoción y financiación de importantes proyectos industriales y mineros, así como en la construcción de redes ferroviarias que sirvieron para iniciar la modernización de España. La obra de Miguel Á. López Morell se adentra, además, en los datos de la presencia de esos banqueros en empresas como Peñarroya, Riotinto o las minas de Almadén, o en la llegada de la petrolera Deutsch.
Así, una de las enseñanzas de esta historia, fascinante y esmerada, es la contribución de los Rothschild al desarrollo industrial español.