'Pedimos complicidad a los empresarios, nunca sumisión'
Recibe a Cinco Días a la hora del desayuno, después de haber abierto la campaña electoral con un mitin junto a la catedral de Santiago y cuando examina unos papeles para preparar una entrevista que va a mantener con un grupo de empresarios gallegos. No proyecta Anxo Quintana esa imagen radical que el PP le quiere construir y es bien visible su esfuerzo por ofrecer un perfil conciliador. Con 45 años, su principal tarjeta de presentación se ubica en el pueblo orensano de Allariz, del que fue alcalde, donde recibió el premio del Consejo Europeo de Urbanismo.
Pregunta ¿Qué puede aportar la victoria del Bloque a la economía gallega?
'Contraigo el compromiso de crear una auténtica industria de la creatividad, como un nuevo sector económico'
'Nuestro objetivo es destinar el 1,1% del PIB gallego a políticas activas de empleo. Crearemos 50.000 nuevos puestos de trabajo de calidad'
Respuesta En Galicia, todos los días salen adelante proyectos individuales en el campo empresarial e intelectual, al margen de las instituciones. Tenemos muchos ejemplos en el mundo de la moda, de las nuevas tecnologías, en el sector audiovisual... El atraso económico de Galicia no es producto de sus ciudadanos sino del empobrecimiento de sus políticas. La aportación del BNG es formar un Gobierno que prepare el escenario para que los emprendedores salgan adelante. No se puede utilizar la sumisión como arma ante los empresarios, sino el diálogo y la interlocución.
P Sin embargo, los indicadores económicos pintan bien si se evita su comparación con la media nacional.
R Para hablar de bienestar no sólo hay que utilizar los indicadores macroeconómicos. Galicia conoció el primer Gobierno de Fraga siendo región objetivo 1 y remata este periodo en la misma situación. Es el dato más esclarecedor. Otros países, como Irlanda, han utilizado los fondos de la UE para salir del atraso. En los últimos 16 años de Gobierno del PP, más de 200.000 jóvenes gallegos se tuvieron que ir a trabajar fuera. El agravante ahora es que exportamos gente preparada, la generación mejor preparada de la historia de Galicia. En los indicadores de bienestar también nos colocamos a la cola del resto de las comunidades del Estado.
P ¿Qué propuestas tiene el Bloque para crear empleo?
R Hay que hacer una política de apoyo a la economía productiva, poner en valor los sectores productivos básicos y ser capaces de ayudar a los emprendedores a crear nuevos nichos de empleo. Mi compromiso pasa por crear una auténtica industria de la creatividad como un nuevo sector económico, al que sumar los tradicionales de la pesca, la agricultura y el sector servicios. En Galicia hay también que variar el centro de gravedad de la inversión pública para sacarlo del cemento, que crea una cultura perversa de la inversión inútil, y destinarlo a política social y el empleo.
P ¿Puede cuantificar sus compromisos?
R Mi propósito es que en el primer año de legislatura el Gobierno duplique los recursos dedicados a políticas activas de empleo, pasando de los 220 millones actuales a 500. El objetivo para toda la legislatura es llegar al 1,1% del PIB gallego para políticas activas de empleo. Con ello se crearán 50.000 nuevos puestos de trabajo de calidad, sobre todo para los jóvenes y las mujeres.
P En investigación y desarrollo Galicia está a la cola.
R Sí, hay que hacer una apuesta por la competitividad de la empresa gallega. Y para eso es necesario conjugar la ecuación educación, investigación y empresa. Al final de la próxima legislatura, Galicia tendrá que estar en una tasa del 1,6% del PIB en inversión en educación e investigación.
P Con este ideario no se explica el recelo empresarial a que ustedes gobiernen.
R Este resquemor, en términos globales, no existe. Puede haber en Galicia algún empresario, que yo dudaría que calificarlo como tal, que esté acostumbrado a vivir al amparo de la subvención clientelar del PP y se haya hecho un sitio en el mundo económico a base de estar pegado a esta fuerza política. Pero la inmensa mayoría de los empresarios gallegos, la gente que ha invertido y ha arriesgado su patrimonio y genera riqueza, no tiene miedo al BNG, al margen de que estén de acuerdo o no con su modelo de país. Los empresarios no tienen nada que temer con el Bloque y tienen mucho que ganar.
P ¿Habla usted mucho con ellos?
R Pues creo que soy el candidato que más reuniones ha hecho con los empresarios en las últimas semanas. Tienen un conocimiento de mí y del BNG mucho mayor del que podían tener hace un año. El BNG supone para ellos una expectativa de un futuro diferente, pues van a tener un Gobierno con el que van a poder dialogar, compartir y tejer complicidades. Lo que ha demandado y siempre va a demandarles un Gobierno del PP es sumisión. Yo nunca demandaré sumisión a los empresarios, sino tan solo complicidad. Las mayorías, aunque sean absolutas, nunca te dan poder absoluto, sino compartido.
'Aspiramos a gestionar sin límites todos los impuestos'
Anxo Quintana mantiene que no se ha planteado la campaña desde una perspectiva de reparto de poder con el Partido Socialista y subraya que el Bloque no es una fuerza independentista. 'Nuestro proyecto no es crear un Estado gallego independiente, sino que Galicia como nación participe dentro del Estado español para convertirlo en un Estado plurinacional', advierte.
¿Con qué modelo de financiación autonómica se queda?Podremos tener un modelo de financiación mejor o menos malo, pero lo peor que le podría pasar a Galicia es pasarse la vida llorando y acabar interiorizando que su misión en el debate sobre financiación es ser espectadora para opinar sobre lo que los demás hacen. Galicia tiene que tener su propio modelo, que ni copia al catalán, ni al vasco ni al valenciano. La premisa es que no hay autonomía política sin autonomía financiera.¿En qué pilares se basa para ello la propuesta del Bloque?Galicia tiene que generar los recursos necesarios para cubrir las inversiones, porque tiene posibilidades y, por tanto, exigimos suficiencia financiera. En segundo lugar, tenemos que tener autonomía fiscal, lo que equivale a poder gestionar sin limitaciones normativas y con criterios propios todos los impuestos que pagan los gallegos. Eso es indispensable, aunque se establezcan mecanismos de coordinación con el Estado.¿Está pensando en la totalidad del abanico tributario?En efecto. Y también es necesario establecer un periodo transitorio durante el que Galicia deberá participar del Fondo de Compensación Interterritorial ya que el Estado tiene una deuda histórica con nosotros que suma 20.000 millones de euros y que afecta a infraestructuras, educación, sanidad y empleo. Queremos debatir ese modelo bilateralmente con el Estado aunque eso no implique que no nos podamos sentar después en una misma mesa con el resto de las comunidades para negociar una propuesta financiera para el conjunto del Estado.¿Estos criterios incorporan la aspiración a tener una agencia tributaria propia?Lógicamente, porque la existencia de la agencia va aparejada a la autonomía fiscal.