Los asesores fiscales reclaman simplificar los incentivos a las empresas
El Registro de Economistas Asesores Fiscales (REAF) reclamó ayer al Gobierno una reforma 'urgente' del impuesto de sociedades que conlleve una reordenación de las actuales deducciones fiscales.
Valentí Pich, presidente del colectivo, subrayó que en la actualidad existe una maraña de incentivos que no cumplen con su verdadera función. 'Sería mucho más interesante reordenar las deducciones, dejando exclusivamente las tres o cuatro que son verdaderamente útiles', dijo. Estas, en su opinión, son: las que se aplican por reinversión de beneficios, el tipo especial para pymes, la deducción por I+D+i y alguna de carácter territorial. El resto 'podría podarse', perfectamente. De hecho, las tres primeras citadas anteriormente absorben 2.100 de los 4.220 millones de euros del presupuesto de beneficios fiscales previsto para 2005. La otra mitad del presupuesto se distribuye entre las 27 deducciones restantes, muy variopintas pero sin repercusión en la actividad económica.
Adelantar la reforma
Al mismo tiempo, el Reaf reclama que desaparezcan también la mayoría de los regímenes especiales de tributación que hay en el impuesto (una veintena). 'Sólo producen distorsiones y constantes conflictos de aplicación con la Dirección General de Tributos', comenta, en clara referencia al régimen de sociedades patrimoniales, uno de los más 'farragosos'.
Por su parte, Luis del Amo, gerente del REAF, pidió al vicepresidente económico del Gobierno, Pedro Solbes, que acelere la reforma del impuesto, prevista en un principio para 2007, después de la del IRPF. 'Si se va a esperar a 2007 o 2008, al menos deberían introducirse algunos cambios antes, como una simplificación de las tablas de amortización de las empresas y un incremento de sus coeficientes máximos', indica. Para Del Amo, el Gobierno debe actuar cuanto antes, ayudando por la vía tributaria a frenar los riesgos de deslocalización de empresas hacia otros países.
Mejoras en la gestión 'también serían bienvenidas' como la elaboración de un único programa de ayuda para cumplimentar el impuesto y, a la vez, la entrega de cuentas anuales en el registro mercantil, como es obligación de las sociedades.
Recorte del tipo por debajo del 30%
La reforma del impuesto de sociedades 'debería ir acompañada' por un recorte del tipo general de gravamen (35%) 'hasta el 30% o, incluso, por debajo'. El Registro de Economistas justifica esta decisión en que el entorno europeo presiona para que se dé una rebaja de tipos.Además, 'no sería muy costosa', ya que, en la práctica el tipo efectivo del impuesto ya se encuentra por debajo del 30% (en el 24,1%). Por el momento, el Gobierno ha expresado su deseo de reordenar las deducciones pero no ha aclarado cuáles de ellas resultarían afectadas ni si existe margen para recortar el tipo, en un tributo que ya es el tercero en recaudación en todo el país (25.000 millones en 2004).