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CincoSentidos

García y Jiménez llegan en forma al US Open

El golf mundial afronta a partir de mañana la segunda gran cita de la temporada: el US Open. Sólo dos jugadores españoles, Sergio García y Miguel Ángel Jiménez, competirán en Pinehurst (Carolina del Norte). De los ocho campos con los que cuenta este complejo deportivo, la estrella es el número dos, donde se jugará el torneo, diseñado por Donald Ross en 1907.

Tanto el jugador castellonense como el andaluz llegan al Abierto estadounidense en el mejor estado de forma. García ganó el pasado domingo en Bethesda (Maryland) el Booz Allen Classic. Su nueva posición en el momento de patear parece haber tenido una influencia directa en su efectividad. 'Daba lo mismo desde dónde pateara y la distancia que tuviera desde el hoyo; era igual. ¡Entraban todas!', reconoció García tras adjudicarse el campeonato. Por su parte, Jiménez también ganó el último torneo que jugó antes de viajar a EE UU, el Abierto de Gales.

Ambos golfistas se han clasificado directamente para el torneo. Otros, como José María Olazábal, José Manuel Lara, Pablo Martín y Ramón Bescansa, se atrevieron a jugar las previas sin que ninguno de ellos consiguiera el objetivo de clasificarse para tomar parte en la gran cita.

Quien más cerca estuvo de conseguir el pase fue el joven Pablo Martín que cayó en el desempate que jugó en Rockville (Madison) mientras que a Olazábal le sobraron dos golpes en Columbus (Ohio). El bajón sufrido por el jugador de Hondarribia la pasada temporada le ha situado en una incómoda situación. No sólo no tiene acceso directo a los torneos del Grand Slam, sino que también se ve privado de participar en las competiciones de los World Golf Championships, los más dotados desde el punto de vista económico.

Olazábal tenía muchas ganas de estar en Pinehurst. La última vez que pisó aquel escenario fue en 1999, dos meses después de ganar su segundo Masters. Era el único que optaba a hacer realidad el sueño imposible de alzarse con el Grand Slam, es decir, ganar los cuatro grandes en la misma temporada.

Sin embargo, el golfista vasco, decepcionado por su mal inicio, descargó su frustración contra el cabezal de la cama de su habitación, rompiéndose el dedo. Una reacción que le obligó a abandonar el torneo sin jugar la segunda vuelta. 'Fue una locura, lo reconozco y cuanto más pienso en ello menos justificación le encuentro a mi modo de actuar', admite Olazábal.

Una estatua de bronce recuerda al malogrado Payne Stewart

En el campo número dos de Pinehurst existe una estatua de bronce que reproduce el característico gesto ganador de Payne Stewart, fácilmente reconocible por su indumentaria: siempre usaba knickers, los clásicos pantalones de golf, luciendo sus calcetines y tocado con su típica gorra. Stewart ganó en Pinehurst en 1999 con un gran putt en el hoyo 18 que le sirvió para derrotar a Phil Mickelson. El 25 de octubre de ese mismo año, el jugador estadounidense falleció junto a sus acompañantes mientras volaba hacia Dallas. El avión privado de Stewart sufrió un problema de despresurización en la cabina y acabó estrellándose.

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