Marina d'Or asegura que cuenta ya con el 80% del suelo para su nuevo proyecto

Casi dos millones de metros cuadrados ocupa el nuevo proyecto de Marina d'Or que prevé la creación de una ciudad de vacaciones del tamaño de Valladolid. La empresa afirma que ya tiene comprometido el 80% del suelo si logra adjudicarse la urbanización.

Resulta complejo poder imaginar mentalmente el proyecto que Marina d'Or ha presentado para urbanizar los 18,8 millones de metros cuadrados que los ayuntamientos de Cabanes y Oropesa (Castellón) tendrán que adjudicar el próximo mes de agosto. La magnitud de la intervención urbanística es tal que lo más sencillo es compararlo con Las Vegas. En realidad, la compañía del empresario castellonense Jesús Ger planea la creación de una nueva ciudad dedicada al turismo completamente tematizada. No se trata sólo de hoteles. El proyecto Marina d'Or Golf va más allá.

'Se trata de la mayor ciudad de vacaciones de Europa', explicó Ger el día de la presentación. Al día siguiente, los más de 60 kilos de documentos que conforman el proyecto de Marina d'Or Golf salían de una caja fuerte de una sucursal del Banco Popular de Castellón, 'donde estaban depositados por motivos de seguridad', para ser entregados a los dos ayuntamientos. Allí se han encontrado con el otro proyecto que opta a la urbanización de esta misma zona, presentado por las constructoras Lubasa, GPG y Ortiz, que prevé la construcción de hasta 25.000 viviendas, hoteles y campos de golf. Sin embargo, el despliegue de Marina d'Or ha sido muy superior y puede ser determinante para inclinar la balanza.

Por un lado, el impacto visual de la propuesta de Marina d'Or ha sido muy superior. Al margen del negocio puro de turistas que pueda atraer el nuevo proyecto, la tematización de cada una de las zonas planteada por la empresa de Jesús Ger convierten al complejo en un atractivo turístico en sí mismo.

Cuatro hoteles que reproducen los arrecifes del Caribe, los canales de Venecia, los Alpes (con una pista de esquí al aire libre de un kilómetro) y los jardines de Versalles, el arco del triunfo y la Torre Eiffel de París. Zonas de ocio y comerciales que recrean la torre de Pisa, un típico café americano, un poblado japonés, un templo hindú, un volcán, un edificio moscovita, molinos holandeses o una esfinge egipcia, entre otros parajes. Hasta un restaurante de ambiente carcelario llamado Alcatraz.

Todo aderezado con un balneario, uno de los emblemas de la compañía, ya desarrollado en el primer Marina d'Or que funciona en Oropesa, y tres campos de golf, diseñados por Sergio García y Greg Norman. Además, 40.000 viviendas. Y, como esta zona dista varios kilómetros de la costa, un monorrail que una los dos puntos.

Propiedad de los terrenos

Pero, al margen de lo atractivo de los proyectos, el dato que posiblemente más influya a la hora de decidir quién realizará la urbanización de estos casi dos millones de metros cuadrados es el suelo. Marina d'Or ha asegurado en las últimas semanas que ha llegado a acuerdos con los propietarios de unos 10 millones de metros cuadrados. Ayer, fuentes de la compañía explicaron a este periódico que los compromisos cerrados con los propietarios del terreno han ascendido al 80% del total, lo que le daría mucha ventaja respecto a su competidor.

La empresa que finalmente se adjudique la urbanización de esta zona deberá ceder 800.000 metros cuadrados a la Generalitat Valenciana para desarrollar un nuevo parque temático, Mundo Ilusión. La construcción del nuevo aeropuerto de Castellón en Vila-nova d'Alcolea -muy cerca de esta zona- será el complemento para atraer turistas de fuera de España.

6.000 millones de inversión

Marina d'Or estima que la inversión que tendrá que realizar en su nuevo proyecto asciende a 6.000 millones de euros. El resultado final será una ciudad del tamaño de Valladolid.Fuentes de la compañía afirmaron que la empresa no necesitará socios externos para poder financiar este proyecto. 'Con los fondos propios y la colaboración de los bancos será suficiente', apuntaron.La empresa, controlada en su práctica totalidad por Jesús Ger, no ha repartido dividendos desde que inició su actividad, con lo que ha acumulado fondos suficientes para afrontar un proyecto como este, según las mismas fuentes. El año pasado, cerró con un beneficio neto de 57,33 millones de euros.La previsión de construcción es compleja. Marina d'Or estima que en unos cinco años, una vez concedidas las licencias, podrá abrir los primeros espacios a los visitantes.