Los directivos admiten la conveniencia de su acción social
La tercera jornada sobre responsabilidad organizada por el Club de Excelencia en Sostenibilidad reunió la semana pasada a un nutrido grupo de altos directivos que debatieron sobre integración de la responsabilidad corporativa en la gestión y reconocieron que conciencia y conveniencia son dos factores que ayudan a su impulso.
Mientras el debate sobre regulación o autorregulación de la responsabilidad empresarial se mantiene vivo, los empresarios españoles reconocen que se trata de un concepto en el que se mezclan la conveniencia de ponerlo en práctica para lograr reforzar la reputación de las compañías y la conciencia de hacer las cosas bien.
Es algo en lo que coincidieron Manuel Abollado, consejero delegado de Cepsa, Honorato López-Isla, presidente de Soluziona, Karl-Peter Bercio, de Basf, Carlos Marcos, de ABB, Francisco Martín Frías, presidente de MRW, Adolfo Orive, consejero delegado de Tetra Pak o Enrique Sánchez, presidente de Adecco.
El secretario de Medio Ambiente y Salud Laboral de CC OO, Joaquín Nieto, que participó en las mismas jornadas en una mesa en la que se discutía sobre regulación o no de la responsabilidad, apoyó la tesis de que la voluntariedad no debe implicar unilateralismo por parte de la empresa. Nieto resaltó que la forma de evitar abusos por parte de la empresa pasa porque no se apliquen criterios particulares o que se realicen las consultas sólo con los grupos de interés que le son más afines.
El presidente de la Fundación Ecología y Desarrollo (Ecodes), Víctor Viñuales, señaló que en ocasiones no existe contradicción entre obligatoriedad y voluntariedad. Este directivo defendió la tesis de que a las buenas empresas les puede convenir un regulación blanda que destaque sus acciones. 'Una norma que estimule la voluntariedad', explicó Viñuales.
Sin embargo, Eduardo Montes, presidente de Siemens y del Club de Excelencia, se mostró contrario a cualquier tipo de regulación dado que, en su opinión, ya existe suficiente legislación en materia de medio ambiente, trabajo o buen gobierno. Para Montes, la sobrerregulación puede resultar un peligro y un freno.
Otra cultura empresarial
Ramón Jáuregui, que se ha convertido en ponente imprescindible de cualquier foro en el que se debata sobre responsabilidad empresarial, aseguró que, además de por el buen gobierno, a la RSE se llega también por la convicción de los directivos de aportar a su empresa otra cultura corporativa.'Por dotar a su organización de cualidades y atributos, para atraer y retener accionistas y clientes, comprometer a los empleados y transmitir una imagen de cercanía a los ciudadanos', aseguró el portavoz del PSOE.Jáuregui apoya la idea de que se apruebe una ley que regule la responsabilidad corporativa. Se trata de ofrecer una serie de supuestos y de estímulos que favorezcan o generen prácticas socialmente responsables, 'como la obligatoriedad a las grandes empresas a confeccionar un balance social y hacerlo público anualmente, junto a la memoria contable y financiera de la empresa'.