ACS ultima un nuevo modelo de plantas de gas licuado con la vista puesta en Rusia
El proyecto Snohvit (Blancanieves en noruego) que ultima Dragados Offshore, división industrial de ACS, mejora radicalmente la forma de construir plantas de energía. Esta instalación de gas, por poco tiempo anclada en Puerto Real, le permite desembarcar con fuerza en Rusia.
Con un chapuzón en el muelle de Puerto Real celebrará el holandés afincado en España Jeroen Poppe el fin de un trabajo de dos años. Como manda el ritual para todo director de proyecto. El día 27 comenzará el traslado de la planta de licuación de gas que Dragados Offshore construye en la bahía de Cádiz hasta la isla de Melkoya, en el Círculo Polar Ártico, a 5.000 kilómetros.
Tras diez días de trayecto, la operación para encajar, como una pieza de puzzle, la instalación en el espacio construido para ella en la isla será compleja. Hay que esperar la marea adecuada y la última oportunidad este año termina el 24 de julio.
Pero lo más complicado ha sido construir la planta, explica Pedro Ascorbe, director general de Dragados Offshore. Supone un hito en el modelo de fabricación para instalaciones de energía, ya que es la primera de este tipo que se levanta en Europa y la primera del mundo que se construye sobre una barcaza.
Tras ganar el concurso convocado por la firma de ingeniería alemana Linde para la petrolera noruega Statoil -al que también acudieron los astilleros Izar-, Dragados Offshore afrontó serias dificultades para acometer el proyecto. Los retrasos de Statoil en envío de planos y material obligaron a la empresa española a construir una nueva plataforma flotante para trabajar en varios frentes a la vez para dar la obra en fecha.
Hasta 2.000 operarios han trabajado directamente en el proyecto, además de 1.300 en talleres auxiliares, 350 delineantes y 150 trabajadores de Linde y Statoil. El proyecto ha rozado los 4.000 millones, de los que 170 millones corresponden a la planta de Dragados Offshore.
Interés de grupos españoles
Ahora, este nuevo modelo de producción offshore (en el mar) más eficiente abre nuevas posibilidades a la empresa, la única de construcción industrial en España. Y Ascorbe cuenta con ello para su reciente desembarco en Rusia. 'Hemos firmado una joint-venture con una empresa rusa Krasny Barricade para apostar por un mercado de offshore poco desarrollado en el mar Caspio'.
A esto se une el interés de empresas españolas como Iberdrola, Endesa, Unión Fenosa o Cepsa por el proyecto Snohvit, que abre más oportunidades futuras.
En México, donde la empresa trabaja para la petrolera Pemex y ha abierto una base en Tampico, espera asimismo reforzar presencia con nuevos contratos.
Y en perspectiva hay también otras obras, ya no de energía, como el macropuente que unirá Dinamarca e Italia, de 22 kilómetros. Se licitará en unos seis meses y Dragados Offshore estudia si presentarse ahora o negociar después con uno de los dos consorcios finalistas, liderados por la sueca Skanska y la francesa Bouygues.
Primera instalación construida en el agua
Esta mastodóntica obra de Dragados Offshore ha roto varios moldes. Es la primera planta para licuar gas del mundo que se construye en el agua. En una barcaza hecha por Izar en Ferrol, una plataforma que a veces se queda pequeña para albergar las idas y venidas de miles de empleados que dan los últimos retoques.'¡Pisen sólo en el plástico, por favor!', se apura el trabajador para que los visitantes no estropeen la capa de pintura. La impresionante instalación es un enjambre de cables, tuberías y conexiones de 2.500 toneladas y 60 metros de altura.Para transportarla tendrán que hundir un buque en la bahía hasta colocarlo bajo la planta para que al elevarla quede sobre la cubierta. También es la primera que se construye a tanta distancia de su destino y del yacimiento, a 140 km.