David Cantero debuta con 'Amantea'
Empezó escribiendo poemas, la poesía se transformó en prosa, pequeñas historias que cedieron paso a la novela. David F. Cantero (Madrid, 1961) tiene varias escritas en el cajón, pero Amantea es la primera que llega al lector. Después de una primera edición de unos 1.000 ejemplares en Edición Personal, la novela se publica en RBA.
¿Qué hace crecer un libro? Misterio. Al autor se le ocurren cientos de ideas al día, la mayoría se olvidan, otras permanecen a la espera de ser rescatadas. Con Amantea, encontró la inspiración en la imagen de un hombre bajo la lluvia en la esquina de las calles Oriente y Esperanza. Fue la semilla, después la historia cobró vida. 'Pasa siempre. Empiezas con una idea, puedes tener un final, pero, aunque parezca un tópico, la historia te la van contando los personajes a medida que van creciendo', asegura David Cantero.
Amantea es una desgarradora historia de amor. Un periodista que acaba de publicar su primera novela y ha firmado un contrato con una editorial se dispone a pasar las vacaciones con su familia en el sur de Italia. El descanso se verá perturbado por el inesperado hallazgo de un manuscrito en un cajón en la casa alquilada. Las páginas irán descubriendo al lector una trágica historia de amor. Que nadie piense que tiene que ver con él. 'En todas las novelas hay algo de autobiográfico, no hablo de la trama, sino de situaciones, escenarios, personas a veces. Pero el libro no es autobiográfico', aclara.
David Cantero busca conmover, porque como lector -'si soy escritor es porque me gusta mucho leer'- es lo que le pide a un libro. No quiere que Amantea se quede únicamente en el recuerdo literario del presentador (David Cantero es la cara de los telediarios de TVE los fines de semana). 'Puede que alguien crea que aprovecho el tirón de la popularidad para vender. Aunque evidentemente ayude, no era el fin. Si hubiera perseguido el lado comercial, no hubiera elegido esta historia dura, desasosegada', defiende.
En el cajón guarda páginas de historias más comerciales, más asequibles para el público, en la onda del tipo de literatura que el lector español demanda. David Cantero, sin embargo, no cree en las modas. 'Si me pongo a pensar en los libros que me han gustado, no hay modas que valgan'. Atribuye a su agente, Olga Hein, el interés de la editorial por el libro. 'Yo no tenía intención de publicar', por pudor y miedo, y matiza después, 'es cierto que quien escribe quiere ser publicado y leído'.
Le encanta escribir, de modo que no le cuesta imaginar vivir exclusivamente de la literatura, 'lo que pasa es que también me gusta mi trabajo'. El periodismo le ha dado la oportunidad de vivir intensamente, de conocer al Rey o a gente sin techo, ver la muerte de cerca, divertirse. Vivencias muy útiles para escribir. 'Cuanto más vives, más experiencia tienes a la hora de enfrentarte a la página', apostilla.
Necesidad vital
Escribe, pinta, hace esculturas, ha trabajado en cortometrajes. David Cantero no da importancia a su faceta creativa. 'Pinto o escribo porque lo necesito, porque disfruto, me sirve de terapia, me ayuda a aprender y a vivir', enumera.Conoce el mundo de la televisión desde abajo y ha hecho de todo. Ahora está viviendo una experiencia nueva delante de la cámara. 'Me encanta cambiar, evolucionar', confiesa.También en literatura. En estos momentos tiene avanzadas dos novelas, una habla sobre el deseo de la paternidad -quizás porque él se ha implicado mucho en la crianza de sus hijos-; la otra es la historia de un hombre muy desesperado, que vive encerrado en un árbol durante 20 años.