España envejece pese a la explosión migratoria
Envejecimiento prematuro de la población, cambios profundos en la composición familiar, aumento explosivo de la inmigración, elevada percepción de la exclusión social. Así diagnostica la situación social de España la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), que ayer dio a conocer el estudio España 2005: Debates y Procesos Sociales, primer número de la revista Panorama Social, que planea editar semestralmente.
El documento alerta del rápido envejecimiento de la población española, un proceso sólo parcialmente mitigado por la inmigración, que se concentra en la franja de edad comprendida entre los 20 y los 40 años. El período 1997-2004 resultó ser el de mayor crecimiento de la inmigración extranjera en España, al pasar de representar el 1,6% de la población hace siete años al 8,4% actual.
Según proyecciones de la Organización de Naciones Unidas, en el año 2050 España tendrá una media de edad de 55 años, con lo que se convertirá en el país más viejo del mundo, seguido de otros países europeos, como Italia, Eslovenia y Austria. Hoy el país más viejo del globo es Japón, con 41 años de media. Y la media mundial es actualmente de sólo 26 años.
Por ser más longevas, las mujeres sufren más la pobreza, la soledad y la discapacidad
La catedrática de Sociología de la Universidad del País Vasco María Teresa Bazo, una de los autores del estudio, estima que dentro de 45 años habrá cuatro personas mayores de 60 años por cada niño o niña en España.
Uno de los factores demográficos que más han pesado para configurar esta situación ha sido el descenso marcado de la tasa de natalidad. La sociedad española, que a mediados de los años 70 alcanzó cifras récord de fecundidad, presenta hoy una realidad muy distinta: en 1973 nacieron casi 673.000 niños; en 2003, las mujeres españolas sólo dieron a luz 410.000 bebés. En 1975, el número medio de hijos por mujer era de 2,8; en la última década esa cifra se mueve en torno a 1,2.
Con todo, afirma Funcas en este informe, 'la reducción de la natalidad ha seguido las mismas tendencias que se habían registrado anteriormente en Europa, aunque en España el proceso ha sido más tardío, más rápido y más intenso', debido a la extensión de los anticonceptivos, el aumento de la educación y el empleo de las mujeres y los cambios en los estilos de vida.
La inmigración juega en este campo un papel importante. El estudio de Funcas sentencia que 'en la actualidad, más del 10% de los niños nacen de madres extranjeras'. Pero este continuo incremento no va parejo con el de mujeres migrantes en edad fértil. Por el contrario, la proporción nacimientos-mujeres no deja de bajar desde el año 2000.
Al respecto, Funcas advierte que 'habrá que esperar un tiempo para confirmar si su presencia la de inmigrantes supone un nuevo impulso a la natalidad'. Por el momento, 'la tasa de nacimientos de las extranjeras es mayor que la de las españolas', pero se constata que la población inmigrante tiende a reducir la natalidad en una línea similar a las nacionales del país de residencia.
El informe de Funcas también otorga datos interesantes sobre las formas de convivencia que adoptan los mayores de 65 en España y acerca de la feminización que va adquiriendo la ancianidad. Así, por cada 100 mujeres de 65 y más años, hay 70 varones del mismo grupo de edad. Y esa misma razón desciende a 45 hombres por cada 100 mujeres entre las personas de 85 y más años.
Precisamente, la mayor longevidad de las mujeres ancianas se traduce en que son más pobres que los varones ancianos, viven a solas en mayor número y proporción que ellos, y padecen más discapacidad. España registra los porcentajes más bajos de personas de este grupo de edad que viven solas (20%) dentro de la Unión Europea, aunque esta cifra ha aumentado casi cuatro puntos porcentuales desde 1991. Entre los mayores que viven a solas, las proporciones más altas corresponden a las personas viudas, que son 55% de los hombres y un 81% de mujeres.
Además, los mayores de 65 años -excluidos los ingresados en residencias- viven en su propio hogar de forma mayoritaria y el grueso de ellos vive en compañía de su pareja, con o sin hijos. Según el Libro Blanco de la Dependencia, auspiciado por el Ministerio de Trabajo, las proyecciones sobre población apuntan a que las personas de 65 y más años pasarán a representar casi el 22% de la población en 2026.
Mapa social: Más inmigrantes, remesas y mayor exclusión
¦bull;Otros inmigrantes El pasado enero casi el 80% de los extranjeros registrados en los padrones era originario del mundo menos desarrollado, lo que muestra un vuelco total en la composición de este colectivo respecto a la década pasada, cuando casi la mitad era originaria de la UE.¦bull;Movimientos de capital Entre 1997 y 2004, las remesas enviadas por los inmigrantes a sus países aumentaron un 560%. Y la cantidad de agencias especializadas en envíos de dinero se multiplicó por cinco entre 1999 y 2003. En 2003 el volumen real se estima en 6.500 millones de euros.¦bull;Exclusión social Casi el 50% de los españoles opina que empeorará la exclusión social. Hoy, casi el 90% de la población reconoce que hay personas excluidas en España. Y más del 40% cree que de aquí a 10 años se acentuarán las circunstancias de carencia y marginación social.¦bull;Los más afectados Los inmigrantes y los ancianos son dos grupos potencialmente afectados por la exclusión: las principales carencias que se identifican son las pensiones escasas y el desempleo. En segundo lugar aparecen la precarización laboral, la enfermedad y la discapacidad.