El director del Libro Blanco sugiere subir el precio de la luz
El coste medio de la electricidad de una vivienda española es sólo un 2,4% del presupuesto familiar, lo que hace que la demanda sea 'inelástica al precio'. Así lo indica un estudio dirigido por Ignacio Pérez Arriaga, que alerta del alza del consumo energético en España respecto a Europa.
Pese al mayor equipamiento de electrodomésticos, el gasto medio de electricidad en una vivienda en España equivale al 47% de la media europea, lo que supone un coste muy reducido en el presupuesto familiar, un 2,4%. Esto es consecuencia de la bajada de los precios de la electricidad en términos reales, según indican en el estudio La gestión de la demanda de electricidad Ignacio Pérez Arriaga (director del Libro Blanco de la electricidad); Luis Jesús Sánchez de Tembleque y Mercedes Pardo.
En este contexto de precios baratos, consideran estos expertos, la demanda de electricidad doméstica 'es inelástica'. El estudio hace un repaso de la evolución de la demanda energética mundial que, en 30 años, se multiplicará por 1,6, con los consiguientes efectos contaminantes. En este sentido, indica que, con los actuales 'patrones de consumo' en el mundo la situación a medio plazo 'no es sostenible'.
En lo referente a España, con un nivel de autoabastecimiento del 22% frente al 48% de la UE, el consumo final de energía se incrementó en 2003 en un 5,4% sobre el año anterior y fue tres veces el registrado en la UE en la última década. Esto se explica, según el estudio, por la elevada actividad económica, el desarrollo de infraestructuras (que utilizan productos de la industria pesada) y de las adversas condiciones climáticas.
En los últimos años, destaca el informe, las puntas de verano han crecido espectacularmente, 'llegando a alcanzar a las de invierno'. En los años secos es necesaria una mayor potencia instalada que, por otra parte, es poco utilizada el resto del año. En 2001 se precisó un 12% de potencia disponible adicional para poder cubrir las 100 horas del año de mayor demanda. Los expertos consideran que 'en la medida en que disminuya esta demanda punta , se reducirán las necesidades de equipamiento' en generación, transporte y distribución.
Tras repasar las medidas adoptadas por los países occidentales para reducir el consumo, el informe recuerda que para obtener un ahorro de energía en España del 9% a partir de 2012 es necesaria una inversión de 26.100 millones de euros.
Un consumo que crece más que la economía
Aunque en España el consumo de energía por habitante sigue siendo inferior al de la media europea, el indicador que mide la eficiencia es el de la intensidad energética. æpermil;sta es valor medio de la cantidad de energía necesaria para generar una unidad de riqueza (PIB). Por tanto, una evolución negativa de este indicador tiene como consecuencia un mayor consumo de energía para producir riqueza y, por tanto, una mayor ineficiencia. En el caso de España la intensidad energética primaria sigue una tendencia creciente, con un aumento acumulado del 4,7% desde 1990, mientras que en la UE disminuyó un 9,6%. Esto significa que el consumo de energía en España ha tenido escaso reflejo en el crecimiento de la economía, pues se ha basado en la demanda interna, las infraestructuras y el consumo de los sectores del transporte y del residencial-comercial.