Los sindicatos aplazan discutir los convenios hasta conocer el plan director de Iberia
Las cuatro centrales sindicales que representan al 95% de los trabajadores de Iberia han firmado un comunicado conjunto para tomar distancia ante la decisión de la dirección de la compañía de congelar los sueldos de 150 ejecutivos a la vez que realiza un llamamiento a la plantilla para que adopte la misma postura.
CC OO, UGT, el sindicato de pilotos Sepla y la central mayoritaria de los tripulantes de cabina de pasajeros SITCPLA, (conocidos popularmente como azafatas), explican en un escrito común que han decidido aplazar las negociaciones para la renovación de los convenios colectivos (todos deberán actualizarse en el presente ejercicio) 'hasta conocer suficientemente las características y pormenores del plan director' que tendrá vigor en el período que va de 2006 a 2008.
La dirección de Iberia ha informado en distintas comparecencias que este programa trianual estará redactado el próximo mes de septiembre. La compañía se ha puesto como objetivo lograr ahorro durante este período de hasta 600 millones de euros mediante recortes de costes de personal y medidas de incremento de la productividad.
Sin hacer referencia expresa a la propuesta de congelación salarial, el comunicado conjunto de las centrales asegura que no aceptarán 'ningún tipo de medida relacionada con la flexibilidad, productividad o de contenido salarial' hasta el efectivo conocimiento del plan director. En este sentido, emplazan a Iberia a informarles del 'modelo de empresa que se plantea para el futuro', así como de 'los planes, objetivos, la razón de los mismos y su viabilidad'.
Los representantes de los pilotos, azafatas y trabajadores de tierra consideran 'absolutamente imprescindible' participar en la elaboración y posterior seguimiento y control del plan director, que está siendo diseñado por la dirección.
Congelación
La dirección de Iberia ha propuesto congelar los sueldos de 150 directivos y pide a la plantilla una postura similar. Justifica la iniciativa por la erosión de los resultados que produce el precio del combustible y la entrada de compañías de bajos costes.