Los subinspectores temen que caduquen 18.000 expedientes tributarios
Los subinspectores de Hacienda, englobados en el colectivo de Técnicos Financieros del Ministerio de Economía (Gestha), estiman que las nuevas instrucciones de la Agencia Tributaria (nuevo reglamento sancionador) para la Inspección de Tributos puede provocar la caducidad de, al menos, 17.728 expedientes sancionadores, según un comunicado remitido ayer. Ello 'supondría una pérdida aproximada de 1.270 millones de euros para el Tesoro Público', importe equivalente a lo que los subinspectores sancionaron en 2003, según cifras extraídas de la memoria de la Agencia.
Los técnicos de Hacienda estiman que estas nuevas instrucciones suponen 'un obstáculo más' a la tramitación de estos expedientes, ya que obligan a intervenir al jefe de cada unidad de inspección (un inspector) tras las fases de comprobación e investigación, atribuyéndole a él la competencia exclusiva de firmar la propuesta de sanción. Gestha recuerda que hasta la fecha de publicación de estas instrucciones, las fases de inicio y elaboración de la propuesta de sanción eran realizadas por el mismo subinspector que había efectuado la comprobación de la situación del contribuyente (en vez de por el inspector), por lo que estas fases se realizaban 'simultáneamente' a la incoación de las correspondientes actas.
Según Javier Sánchez, miembro del consejo de Gestha, la obligatoriedad de que sean los jefes de equipo los que tengan que firmar los expedientes, retrasa la incoación de las actas, justo cuando la nueva Ley General Tributaria ha recortado a sólo seis meses el plazo máximo para que finalice un expediente, 'con el riesgo de caducidad que eso implica'.
Los técnicos de Hacienda llevan varios años proponiendo a la cúpula de la Agencia la posibilidad de ejercer algunas competencias de los inspectores para agilizar los trámites tributarios.
La Agencia niega retrasos en la gestión
La Agencia Tributaria replicó ayer a Gestha, destacando que hasta mayo, se han tramitado 9.415 expedientes sancionadores, 200 más que el mismo periodo de 2003. 'La aplicación del nuevo reglamento sancionador no está provocando retraso en la tramitación de los expedientes ni se corre el riesgo de caducidad', añade. El hecho de que la firma que aparece en el expediente corresponda al jefe del equipo y no a cualquier otro funcionario 'no está teniendo impacto en la actuación diaria, sólo es una cuestión que afecta a la organización interna'.