Los riojas dulces de Valles de Sadacia
Todavía son muy poco conocidos, pero en la poderosa Rioja no todo son tintos. De hecho, desde marzo de 2003 existe la indicación Vinos de la Tierra Valles de Sadacia, que se dedica exclusivamente a la elaboración de blancos a partir de uvas de moscatel, tanto de la variedad de grano menudo como de la moscatel de Alejandría. Son dulces, semisecos y secos que se producen en la zona suroriental de La Rioja, que no están incluidos en la DO de esta Comunidad Autónoma, pero que se han venido haciendo tradicionalmente en distintas zonas de la región, aunque hayan pasado desapercibidos por la fama de los tintos.
Con el apoyo del gobierno riojano se puso en marcha la indicación geográfica que intenta recuperar poco a poco estas elaboraciones casi desaparecidas. A día de hoy son cinco los viticultores que cultivan algo más de 65 hectáreas de la aromática moscatel (uva que debe intervenir al menos en un 85% en los vinos), aunque también están autorizadas viura, garnacha blanca, malvasía, chardonnay, parellada y xarello.
De momento sólo dos bodegas producen vinos con la contraetiqueta Valles de Sadacia: Peñuela (del grupo Ontañón) y Castillo de Maetierra. La primera elabora un semiseco (entre 5 y 30 gramos de azúcar por litro), el Marco Fabio, y un dulce, el Riberas de Marco Fabio, ambos 100% moscatel. En cuanto a la segunda, tiene en el mercado cuatro marcas: Davida y Alisé (secos), Libalis (semiseco) y Melante con y sin barrica (dulces). Los tres primeros son coupages de moscatel con distintos porcentajes de viura y malvasía según los casos, vinos más frescos y ligeros que los Melante, monovarietales de moscatel, unos blancos aromáticos, untuosos y de boca persistente. El Melante (7,5 euros) y el Melante Colección con crianza en madera (16 euros y sólo 1.900 botellas) son por ahora lo más significativo de esta reciente indicación geográfica.