La Bolsa gana el 1,23% en una semana plagada de incertidumbres
La Bolsa española ha salido airosa (+1,2%) de una semana plagada de incertidumbres. La crisis política que ha abierto el rechazo de Francia y el de Holanda a la Constitución europea apenas ha frenado a los inversores. La decepción que causaron los datos de empleo de mayo en EE UU y la caída del índice ISM de servicios sí se recibió con ventas el viernes, pero el fondo comprador del mercado impidió grandes descalabros. El Ibex perdió el 0,44% y cerró justo por debajo de los 9.500 puntos.
Los inversores se resisten a vender y el impacto de las malas noticias se cotiza con retrocesos moderados, un comportamiento que ha permitido que el Ibex encadene tres semanas consecutivas de ganancias al anotarse el 1,23%.
La fortaleza de fondo persiste y ni siquiera el fuerte repunte del precio del petróleo provocó gran preocupación, a pesar de que el barril de Brent pasó de 50,7 a más de 53 dólares en tan sólo cinco sesiones. En este contexto el Ibex ha repuntado con fuerza desde que perdió los 8.989 puntos que tocó a finales de abril. Este excelente comportamiento ha llevado a muchos analistas a predecir que junio será un mes de consolidación. De momento el Ibex continúa escalando posiciones y gana ya el 4,6% en el año.
Los inversores, con todo, continúan premiando a las empresas de carácter más defensivo. Así Metrovacesa (+7,96%), Abertis (+5,8%), Altadis (+4,6%) y Sacyr Vallehermoso (+4%) fueron las que más ganaron en la semana. En concreto el sector inmobiliario y la construcción continúan siendo el motor de la Bolsa este ejercicio.
El petróleo y los datos macroeconómicos, no obstante, seguirán marcando el compás de la Bolsa. EE UU tan sólo creó 78.000 empleos en mayo frente a los 274.000 esperados, una cifra que decepcionó aunque también se interpretó como un freno a la subidas de tipos de interés por parte de la Reserva Federal, algo que favorece a la renta variable.
La deuda atrae compradores
La brecha entre la rentabilidad de la deuda y la Bolsa continúa agrandándose. Los inversores apuestan por la renta variable pero eso no impide que se frenen las compras en el mercado de renta fija. Así, la rentabilidad del bono español a 10 años cayó por segunda semana consecutiva.Estos dos mercados, por tanto, dibujan escenarios contradictorios y si bien la apuesta por la Bolsa refleja confianza en la capacidad de generación de beneficios empresariales, la baja rentabilidad del bono cuestiona el crecimiento económico, lo que pone en entredicho la pujanza de la renta variable.En la sesión del viernes la rentabilidad del bono español, que se mueve a la inversa que el precio, subió hasta 3,224% después de cerrar la víspera en el mínimo histórico de 3,205%. En el resto de Europa los bonos también cayeron el viernes aunque las rentabilidades continúan en zona de mínimos.