La crisis económica mina la confianza de empresas y consumidores de la UE
La confianza de los empresarios y consumidores europeos volvió a bajar en el mes de mayo, debido sobre todo a las previsiones de menor crecimiento económico para la zona. El indicador de sentimiento económico está bajando de manera ininterrumpida desde octubre.
El indicador del sentimiento económico (ISE) de empresas y consumidores descendió en mayo tanto en la zona euro como en el conjunto de la Unión Europea, según informó ayer la Comisión Europea. Este indicador está bajando de manera ininterrumpida desde el pasado mes de octubre.
El Indicador del Clima Empresarial (ICE) también descendió en mayo, acumulando su quinto mes consecutivo de descenso.
El aumento del pesimismo en los agentes económicos de Europa está motivado sobre todo por las menores previsiones de crecimiento hechas públicas por los organismos multilaterales. Una situación que podría agravarse en el futuro debido a la incertidumbre política derivada del rechazo francés a la Constitución europea.
Tanto en el conjunto de la UE como en los países de la zona euro se observó en mayo un deterioro adicional de la confianza de los consumidores y de las empresas del sector industrial.
La percepción del clima económico permaneció, sin embargo, estable entre los empresarios del comercio minorista y la construcción, tanto en el conjunto de la UE como en la zona euro.
Por países, el panorama es muy heterogéneo. El sentimiento económico disminuyó con fuerza en países como Polonia y Reino Unido, mientras que en Francia e Italia se registraron descensos más moderados.
El ISE subió de manera moderada en Alemania y lo hizo con fuerza en España.
Tanto en el bloque de la UE como en los países de la zona euro, la confianza en el sector de la industria se redujo dos puntos, lo que la sitúa muy por debajo de la media a largo plazo. De hecho, la percepción económica que tiene este sector cayó en todos los grandes países europeos, con la excepción de Alemania y Polonia, donde permaneció firme.
Las evoluciones más significativas se observaron en Reino Unido, donde el indicador bajó tres puntos, después del fuerte deterioro de los dos meses precedentes.
El deterioro de la confianza en el sector de los servicios que había empezado en enero acabó este mes de mayo, ya que aumentó dos puntos en la zona euro y un punto en la UE.
Las expectativas de los consumidores sobre su propia situación financiera y la coyuntura económica general fueron más negativas en comparación con el mes anterior.
El indicador de la confianza en el sector minorista permaneció estable en ambas zonas, pero fuentes de la Comisión Europea indicaron que no es posible identificar una tendencia clara, sobre todo en la zona euro, debido 'a su comportamiento errático' durante el año pasado.
Preocupa el desempleo
Una de las claves que explica este pesimismo que siguen mostrando los consumidores europeos, que a la vez es consecuencia de la escasa confianza de las empresas, es el comportamiento del mercado laboral.
De hecho ayer se hicieron públicos datos de paro en las dos principales potencias europeas, Alemania y Francia, y las cifras continúan sin evidenciar una recuperación de la actividad.
En Alemania, la tasa de desempleo se redujo cuatro décimas en mayo, hasta el 11,6%, lo que representa un descenso del número de parados de 161.000 personas, según los datos publicados por la Agencia Federal de Trabajo.
El dato sorprendió de forma favorable a los analistas, que esperaban que la tasa de desempleo se situara en mayo en el 11,7%. El número de desempleados pasó de 4,968 millones a 4,807 millones de personas en el último mes.
En Francia, por su parte, el número de parados se redujo en 1.400 personas en abril y la tasa del desempleo se mantuvo en el 10,2%.
Más ventas en España
La mayor fortaleza de la economía española respecto a muchos de sus socios europeos quedó también reflejada también en los datos de ventas al por menor publicadas ayer.
Las ventas minoristas crecieron a un ritmo del 7,2% anual en abril, impulsadas por la gran fortaleza de la demanda interna. El empleo en el sector mejoró un 1,1%.