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CincoSentidos

Un asesor de arte en el banco

Hans Rudolf Gerstenmaier empezó a adquirir obras de arte hace más de 20 años. Hoy presume de una colección privada que cuenta con algunas de las más famosas obras de la pintura flamenca de artistas como Martin de Vos y Van der Weyden o grabados de Goltzius o Van Dyck. No es el único estilo presente en su colección. Obras impresionistas de Monet y Sorolla, además de autores del siglo XX, forman parte de su patrimonio artístico.

Su caso no es único. De hecho, son conocidos los ejemplos de otras grandes fortunas con ilustres apellidos como Koplowitz, Arango o Thyssen y contrastadas aficiones por este tipo de coleccionismo. Cuestión de afición o de prestigio, lo cierto es que coleccionar arte se ha convertido en una asignatura casi obligada cuando el patrimonio familiar pasa de determinados ceros.

En unos casos, los menos, este tipo de coleccionismo se realiza bajo el criterio o la pura intuición del interesado, pero la mayoría recurre a asesores profesionales que les facilitan los trámites para adquirir las obras deseadas. 'En casi todos los casos es necesario recibir un asesoramiento previo', señala Jon Icazuriaga, gerente de la consultora de arte Untitled.

Para definir los gustos del cliente se le acompaña a visitar galerías y museos. En función del presupuesto se fijan los objetivos

Las entidades de banca privada que, generalmente, contemplan en su oferta servicios no sólo financieros sino también filantrópicos y artísticos, cuentan en algunos casos con exclusivos profesionales de este coleccionismo.

Selectos grupos de expertos

Afincados por lo general en las ciudades sede del banco matriz estos grupos de expertos -generalmente reducidos- son verdaderos especialistas en asesorar a clientes de grandes patrimonios interesados en atesorar obras de arte.

BNP Paribas, UBS Private Wealth Management, Deutsche Bank Private Wealth Management o Banque Privée Edmond de Rothschild Europe son algunas de las entidades que cuentan con especialistas dedicados a esta labor. Desde París, Zúrich, Fráncfort o Luxemburgo, estos expertos se desplazan allá donde les reclaman los clientes. BNP Paribas, que cuenta con un equipo de tres personas especialistas en arte -su experiencia está avalada por una licenciatura en historia del arte y un amplio conocimiento de los mercados de arte de Londres y París- sostiene que estos profesionales 'trabajan en estrecha relación con todos los colegas de banca privada donde el banco desarrolla actividades de este tipo'. 'Con su ayuda identificamos a los clientes que pueden estar interesados en estos servicios y así responder a sus intereses y necesidades personales', apuntan desde la entidad.

Otras entidades cuentan con grupos más numerosos como Banque Privée Edmond de Rothschild Europe, Deutsche Bank Private Wealth Management, que tienen un equipo formado por siete especialistas, mientras UBS tiene dos equipos de expertos, uno de ocho especialistas dedicados al asesoramiento de arte y otro de nueve para la numismática.

La forma de trabajar de todos ellos es bastante similar. Karl Schweizer, responsable del área de asesoramiento artístico, oro y numismática de UBS, sostiene que el primer paso es ayudar a definir los intereses del cliente y sus preferencias. 'Este tipo de coleccionismo requiere normalmente de varios años por lo que es importante tener claros los objetivos', explica Schweizer.

Neófitos y viejos conocidos

En BNP Paribas coinciden. 'Para que el cliente defina sus gustos personales y áreas de interés, se hacen visitas a galerías, colecciones y museos. Después es importante fijar un presupuesto e identificar las obras de los artistas que pueden encajar en los gustos personales y en la cifra prevista', afirman.

El coleccionista, sin embargo, no responde a un perfil predefinido. 'Normalmente el cliente tiene un interés previo por este mundo', explican desde la Banca Edmond de Rothschild. En BNP aseguran que existen tres tipos de clientes: el que es nuevo, frecuentemente un empresario que dispone de tiempo para nuevos intereses y piensa en el arte como inversión; el cliente que conoce bien el mundo del arte, con poco tiempo y por lo tanto necesita de un asesor que sea 'sus ojos y sus oídos en este mercado', y el que conoce este mundo perfectamente, tiene tiempo y contactos así como conocimiento de qué obras van a salir a subasta.

El número de interesados en adquirir obras de arte por el simple placer de hacerlo aumenta progresivamente. En BNP Paribas explican que 'en términos simples de volúmenes hoy hay muchos más ricos con liquidez disponible y muchos tienen interés en el arte, un área que ha estado asociada a riqueza e influencia desde hace muchos siglos'.

El siguiente paso, y cuando la colección lo merece, es la exposición, que fomenta, además, la revalorización de las obras. Y aquí también intermedian estas entidades. Definir lo que se quiere exponer así como elegir el emplazamiento (galería, sala o incluso museo), también es más fácil si se acude de la mano de un banco de prestigio. 'Se empieza siempre por la financiación de la muestra, después la situación y por último si se quiere exhibir obra de uno o varios artistas', señalan en UBS. 'La exhibición es la evolución natural del coleccionismo y es que el arte necesita visibilidad para darse a conocer y revalorizarse', concluye Icazuriaga.

La opción de recurrir a una consultora

No todas las entidades pueden o quieren permitirse el lujo de crear áreas especializadas en este tipo de temas. En el apartado artístico, contar con un equipo de expertos profesionales parece vedado a la banca española y sólo las grandes firmas internacionales parecen contar con estos departamentos tan exclusivos.En España, por ejemplo, es habitual que las entidades dedicadas a asesorar a las grandes fortunas externalicen este tipo de servicios y recurran a sociedades o casas de subastas como es el caso de Urquijo Banca Privada. Otros, por su parte, acuden a intermediarios como la consultora de arte Untitled, propiedad 100% de la empresa de inversión de bienes tangibles Afinsa. Como cualquier equipo de un banco privado, en Untitled trabajan 10 personas cuyo objetivo es el asesoramiento en la creación de colecciones de arte, 'fundamentalmente moderno y contemporáneo a todo aquél que quiera coleccionar o invertir', sostiene el gerente de esta consultora, Jon Icazuriaga. Este experto explica que su labor es la de intermediar entre el mundo financiero y el artístico. En éste último se mantienen contactos con un gran número de salas, galerías y museos.De entrada, este servicio no tiene coste, ya que Untitled cobra de las galerías. Eso sí, si tras definir el perfil del cliente (artístico y financiero) y firmar el contrato que le obliga a adquirir una obra en el plazo máximo de un año el cliente no lo hace, éste deberá abonar el 10% del presupuesto contemplado a modo de indemnización a Untitled.

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