Homenaje de Inma Chacón a su hermana Dulce
La vida de Inma Chacón (Zafra, Badajoz, 1954) ha dado un giro espectacular. El año pasado dejó de dar clases en la universidad para escribir una novela, La princesa india, un encargo de su hermana gemela, la escritora Dulce Chacón, fallecida en 2003. 'Dulce me encargó que le diera vida a la princesa india y eso era un motivo para seguir viviendo con ilusión', asegura.
La autora de La voz dormida soñó con esta novela durante muchos años. 'Somos extremeñas, siempre ha despertado nuestra imaginación el mundo azteca', precisa Inma. Dulce se documentó durante más de una década, pero el sueño nunca salió de su cabeza, y cuando supo que le quedaba poco tiempo de vida pidió a su hermana que la escribiera ella. Fue la promesa más difícil que Inma Chacón ha hecho en su vida.
La escritora novel ha partido de cero, porque la documentación ha sido lo único que Dulce legó a su hermana. 'La línea argumental es toda mía. He escrito una novela distinta a la que ella hubiera escrito, seguro; su novela hubiera sido más desgarradora, la mía, más lírica'.
La princesa india, editada por Alfaguara, es la historia de Ehecatl, la hija de un cacique indígena mexicano y una de las vírgenes ofrecidas a los dioses (los conquistadores). Convertida en Aurora tras su bautismo, se casa con don Lorenzo, un capitán del ejército de Hernán Cortés, al que acompañará en su odisea hacia Tenochtitlan, donde espera Moctezuma, y al que seguirá más tarde a una España intolerante.
Inma Chacón retrata el choque entre dos mundos. 'Todo lo que pasa en la novela está enmarcado en un periodo histórico concreto, aunque podría acaecer hoy en día, de hecho sucede'. Inevitablemente, alude a la reciente invasión de Irak. 'Ha sido la invasión de un imperio sobre un pueblo, al que han pretendido someter, como hicieron los españoles con los aztecas'. La alianza entre caciques y conquistadores es llamada en la novela 'la Coalición' a propósito.
No es la única denuncia. Inma Chacón lamenta que en cinco siglos no hayan desaparecido los malos tratos o la xenofobia, a los que se enfrentó la princesa al llegar a España. La segunda parte de la novela, ambientada en tierras de Zafra, recoge los prejuicios de la época. A Inma Chacón le gusta decir que 'afortunadamente en Zafra, había una sociedad cosmopolita, abierta y tolerante'.
Inma Chacón reconoce que el personaje de la princesa tiene mucho de Dulce, desde un punto de vista muy íntimo. 'La novela es un homenaje a mi hermana'.
Pasión por la enseñanza y la literatura
Inma, como su hermana, ha escrito desde niña. 'Lo que ocurre es que Dulce si no escribía se moría'. Las dos empezaron a estudiar juntas periodismo, 'porque queríamos aprender a escribir'. Dulce no terminó la carrera; Inma, sí. 'Mientras ella escribía en prensa, yo me orienté a la docencia, mi sueño de toda la vida'.Con La princesa india, ha descubierto que la narrativa le ha enganchado. Ha dejado la universidad, pero continuará su carrera, porque la educación le apasiona, y combinará su profesión con la literatura. 'Estoy deseando ponerme a escribir'. Su primera novela ha sido una responsabilidad, a la vez que un gozo. 'He disfrutado muchísimo escribiendo'.