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Comercio exterior

El petróleo y las importaciones de China disparan un 45% el déficit comercial

El déficit comercial alcanzó hasta marzo los 16.804 millones de euros, un 44,9% más que en el primer trimestre del año anterior. Las exportaciones crecieron un 1,8% y las importaciones lo hicieron al 12,4%. La tasa de cobertura está en mínimos en 13 años.

En el comercio exterior llueve sobre mojado. Los datos de marzo, ofrecidos ayer por la Secretaría de Estado de Comercio, vienen a confirmar el fuerte deterioro del sector exterior español, que se lleva agravando a pasos agigantados desde hace un año. El déficit comercial entre enero y marzo se situó en 16.804 millones de euros, un 44,9% más que en el mismo trimestre de 2004.

La explicación pasa por un crecimiento de las exportaciones (1,8%), seis veces por debajo de las importaciones (12,4%). De esta forma, la tasa de cobertura (exportaciones cubiertas con importaciones) tan sólo llega al 68,1%, 7,2 puntos menos que hace un año y en un nivel tan bajo que es desconocido desde 1992.

Uno de los factores fundamentales del deterioro comercial se encuentra en la factura energética. De los 16.800 millones de euros de desfase comercial acumulado en el primer trimestre, 4.000 millones se deben al pago de las importaciones de petróleo a unos precios (en torno a los 50 dólares el barril de crudo) sensiblemente superiores a los del pasado año. Los bienes de equipo también juegan su papel. Las empresas españolas se han decidido a elevar su stock de capital, en parte con un crecimiento del 14,4% de las importaciones de bienes de equipo, que contrastan con el leve aumento del 3,8% en las exportaciones de este tipo de material.

Pero el otro factor desequilibrante es la evolución de los saldos con algunas zonas geográficas, en especial China. El gigante asiático ha conseguido elevar sus exportaciones a España (importaciones españolas) en un 34,1% en sólo tres meses, hasta alcanzar los 2.457 millones de euros.

Por contra, las ventas españolas a China, no sólo no han crecido sino que han experimentado una caída del 2,3%. El resultado es un desequilibrio a favor de China de 2.163 millones. Los productos chinos llegan en aluvión a España, como también está pasando con socios comunitarios como Italia o Francia.

El ministro de Industria, José Montilla, de gira por China esta semana, confió ayer en Shanghai, en que el flamante establecimiento de vuelos directos entre España y China (se inauguró ayer la línea aérea) 'intensifiquen las relaciones comerciales entre ambos países'. El problema es que ello sirva para agravar aún más la brecha a favor del país asiático. Montilla tendrá oportunidad de abordar mañana con su homólogo chino, Bo Xilai, los intercambios entre ambos países, y los contenciosos comerciales como la aplicación de cláusulas de salvaguarda sobre el textil chino por parte de la Unión Europea.

Se analizarán otras cuestiones, como la negociación de un protocolo para la exportación española de productos cárnicos y la defensa de la propiedad intelectual en China. El Gobierno es consciente de que el deterioro comercial sólo se reducirá si las empresas españolas consiguen ganar cuota de mercado en el exterior y, si puede ser, en los países emergentes.

Asia desbanca a la Unión Europea

No sólo es China, el deterioro comercial es generalizado con el resto del continente asiático. Con Japón, las importaciones crecen al 13,4% mientras que las exportaciones caen un espectacular 18,5%. Con Hong Kong pasa lo mismo. Las ventas hacia la ex colonia inglesa descienden un 8,4%, y las importaciones aumentan un 9,3%. Todo ello permite que Asia en su conjunto haya desbancado a Europa como la principal área geográfica acreedora de España. Así, España mantiene con la Unión Europea un déficit comercial de 5.602 millones de euros, por debajo ya de los 6.348 millones que España tiene con Asia.No obstante, la UE sigue siendo el principal cliente y proveedor de España, hacia donde van el 76,5% de las ventas y el 62,7% de las importaciones. Alemania es el principal socio comercial.Las exportaciones hacia el país centroeuropeo se han elevado un 9,7% pero no han podido compensar las importaciones a España, que doblan a las primeras en cuantía. Y es que, aunque la economía alemana está enferma, sus productos siguen siendo muy competitivos. Algo que le falta a España.

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