Bruselas teme por el futuro de las regiones más desfavorecidas
La solidaridad interregional europea está en peligro, ya que básicamente se articula por la burocracia de la Unión Europea, y ésta teme que los para España bien conocidos y provechosos Fondos de Cohesión mengüen a un nivel incapaz de sacar de la pobreza a los nuevos países miembros.
Ayer lo advirtió la comisaria de Política Regional de la UE, la polaca Danuta Hubner, quien insistió en la necesidad de establecer un techo de recursos del 1,24% del Producto Interior Bruto de la UE. En su opinión, sólo así se podrá cumplir el objetivo de cohesión social y territorial al que se aspira. Los contribuyentes netos, es decir, los más ricos (Francia, Alemania, Austria, Holanda, Suecia y Reino Unido) no opinan lo mismo.
Los seis países mencionados proponen que el presupuesto para la cohesión sea del 1%. Pero la comisaria, que presentó ayer su informe sobre la sima de riqueza abierta tras la ampliación de la UE, afirmó que, si se recorta la propuesta de la CE para el periodo 2007-2013, deberá replantearse todo.
España podría perder unos 43.700 millones en el periodo 2007-2013 si la UE no alcanza un consenso sobre la eliminación gradual de ayudas
Más concretamente, la Unión deberá asumir que sólo podrá hacerse cargo de los más débiles y olvidarse de la segunda división, Objetivo 2 del Fondo en la jerga de Bruselas.
'La reducción del presupuesto conllevará la amenaza al Objetivo 2, que ya es pequeño (...). Tengo dudas de que podamos mantenerlo, y que incluye el apoyo transitorio, por ejemplo, a las 17 regiones que han sido víctimas de su éxito', dijo Hubner. En el caso español se refería a comunidades como Castilla y León, Comunidad Valenciana y Canarias, que sumarían ayudas de 9.500 millones de euros en ese periodo.
El éxito al que alude la comisaria es que anteriormente esas 17 regiones europeas estaban en el agujero, y su desarrollo era prioritario a través del Objetivo 1. El agujero tiene una medida muy precisa, y sus habitantes son un cuarto más pobres que el ciudadano medio comunitario (PIB inferior al 75% de la media).
Para el incentivo de la competitividad, Bruselas propone un total de 57.900 millones y para toda la política de cohesión un total de 336.100 millones de euros. Una cifra que Hubner considera imprescindible para reducir el nivel de disparidad de la UE, que 'ha aumentado drásticamente' tras la reciente incorporación de 10 nuevos socios. La entrada de esos países, con un menor nivel de desarrollo, demuestra la importancia de la política de cohesión, cuya efectividad ha quedado demostrada en países como España, Grecia, Portugal e Irlanda, de acuerdo con el informe presentado por la comisaria.
En la actualidad, las diferencias en PIB per cápita son considerables entre los 25 Estados miembros, desde el 41% de Letonia al 215% de Luxemburgo. Las 10 naciones nuevas se sitúan por debajo del 90% de la media, lo que les da derecho a recibir las ayudas del Fondo de Cohesión, del que sólo podrán seguir disfrutando Portugal y Grecia de entre los antiguos 15 socios.
Hubner manifestó ayer que la CE está dispuesta a crear 'un instrumento' que evite a España la 'sustancial pérdida' de ayudas a partir de 2007. En la medida en que el PIB español supera el 90% de la media comunitaria -en 2003 se ubicó en un 98%-, en el periodo 2007-2013 perdería de golpe las ayudas del Fondo. Unos 43.700 millones de euros, según las autoridades comunitarias, y una cifra mayor si el presupuesto propuesto se recorta.
La comisaria aboga por encontrar una solución a esta pérdida de fondos, pero el Tratado de la UE no permite la posibilidad reclamada por España de acceder a una pérdida gradual de ayudas. La actual presidencia luxemburguesa de la Unión propicia 'una salida decreciente en dos años', pero no ha dado porcentajes.
Esta proposición se analizará por primera vez en una reunión especial que celebrarán el domingo en Bruselas los ministros de Política Regional, como parte de un detallado plan sobre topes de recursos y gastos para el Fondo de Cohesión que será presentado por la presidencia. Pero, tal como lo dejó claro ayer la comisaria Hubner, 'el balón está ahora en el tejado de los Estados miembros', y en especial de los más ricos.