Iberia negocia la congelación salarial y diseña un plan de ahorro de 600 millones
Iberia está negociando la congelación salarial en 2005 para los 25.000 trabajadores que conforman su plantilla y está elaborando el calendario de actuaciones para su nuevo plan director 2006-2008, con el que debe "ser capaz de conseguir unos ahorros o ingresos adicionales por un importe de entre 550 y 600 millones de euros", según ha anunciado su Consejero Delegado, Angel Mullor. La compañía ha alertado que en tres años "perderá dinero" si no se acometen "medidas drásticas", pese a que este año será "el mejor de su historia" gracias a Amadeus.
Mullor en un encuentro con un grupo de periodistas, ha indicado que "estamos diseñando un calendario para los próximos tres años, con la redacción del cuarto Plan Director que nos permita realizar una reducción de los costes con el fin de seguir siendo un grupo rentable".
El objetivo de Iberia es competir en igualdad de condiciones con las aerolíneas de bajo coste y el "ataque de los Aves", según ha explicado este pasado fin de semana en Moscú, Angel Mullor. Pese a que este año conseguirá "los mejores resultados de su historia" gracias a las plusvalías por importe de 600 millones que le reportará la venta de su participación en Amadeus, Iberia considera que el único modo de afrontar con garantías la competencia de un bajo coste "subvencionado" y un tren de alta velocidad "que no paga las infraestructuras", así como los precios actuales del combustible, es a través de "medidas de recortes muy drásticas".
Estas medidas pasarán por reducciones de costes laborales al constatar que con los sistemas de ahorro incluidos en el plan director 2003-2005 (del que al margen del combustible ha completado un 90% del total de los 400 millones previstos en recortes), "es imposible conseguir estos 550 o 600 millones de euros" en menores costes o mayores ingresos durante los próximos tres años.
La compañía ha congelado ya los sueldos de su equipo directivo "para el año 2005, en principio" y "ésta va a ser la política para el resto de los colectivos", según explicó Angel Mullor en la capital rusa con motivo de la presentación de la nueva ruta Madrid-Moscú. Con esta congelación, que se traducirá este año en un ahorro de 28 millones de euros, la compañía comenzará a hacer frente al "elemento diferencial de Iberia con el resto de aerolíneas: la herencia de sus altos costes laborales".
Iberia no descarta que esta congelación salarial se traslade a ejercicios posteriores, para los que ya está diseñando un calendario de actuaciones que incluirá en el plan director 2006-2008 y que presentará el próximo mes de septiembre. "Las perspectivas son muy difíciles y esta situación nos ha obligado a empezar a diseñar un calendario de actuaciones para tres años, en los que tenemos que ser capaces de conseguir bien unos ahorros, bien mayores ingresos, por valor de entre 550 y 600 millones de euros", indicó.
De esta cantidad, Iberia ya tiene garantizados 150 millones de euros gracias al ahorro de combustible que le supondrá la renovación de la flota de corto y medio radio, por el menor consumo de los nuevos aviones. En concreto, la factura de combustible ha pasado del 11% al 17% de los costes totales de la compañía y le supondrá un sobrecoste de 20 millones de euros en el segundo semestre del presente ejercicio, en el que sólo tiene cubierto el 30% de su consumo a un precio de 42 dólares el barril.
Abandono de rutas por el bajo coste
Los restantes 450 millones procederán de mayores ingresos (fruto de futuros crecimientos o aumentos de productividad de la plantilla) o fundamentalmente de reducción de costes laborales, que pueden materializarse en la creación de una segunda marca aérea con costes laborales más reducidos. "Hay mercados en los que ya no podemos competir en las condiciones actuales, o bien creamos una segunda marca o bien convencemos a los sindicatos de la creación de un segundo escalafón salarial para la entrada de nuevos trabajadores", ha afirmado.
La aerolínea pretende seguir trabajando en todos los mercados en los que opera actualmente, pero para ello necesita "las mismas condiciones que los competidores". Como ejemplo, la ausencia de esta igualdad competitiva con el bajo coste ha obligado a la aerolínea a abandonar cinco rutas europeas desde el aeropuerto de Barcelona, donde además está reconsiderando sus planes futuros de operaciones internacionales para trasladarlas al aeropuerto de Madrid. "El aeropuerto de Barcelona estaba diseñado para ser un "hub" (plataforma de interconexión de vuelos) y estos planes se han quedado a medias", ha señalado.
Asimismo, y tras denunciar "las políticas públicas europeas de apoyo al ferrocarril", Iberia considera que el corredor de Alta Velocidad Madrid-Barcelona le drenará el 40% del tráfico actual de esta ruta. "En el puente aéreo nos quitará el 20 o el 30% del tráfico actual, pero en los vuelos con reservas nos lo quitará todo", asumió. A este corredor, habrá que añadir el Madrid-Málaga y el Madrid-Valladolid, aeropuerto éste último donde Ryanair estudia establecer una base de operaciones "que se denominaría Madrid Norte", ha comentado Mullor.
En estas cirscunstancias, Iberia considera "imposible" el crecimiento orgánico. "En estas condiciones cualquier nueva ruta que abras es menos rentable que las que hay", admitió. De este modo, la aerolínea está estudiando "todas las posibilidades y viendo todas las opciones", que podrían pasar por el crecimiento no orgánico a través de compras, "fusiones aceleradas" o toma de participaciones.
Recursos ante el abuso de las compañías de bajo coste
Las compañías de bajo coste son "un peligro" para las grandes aerolíneas, y a modo de ejemplo Mullor citó a Estados Unidos, donde "el bajo coste ha llevado a la
crisis a las grandes empresas de aviación".
El directivo de Iberia ha anunciado que seguirán poniendo recursos ante los tribunales y las autoridades pertinentes para combatir "el abuso" de las subvenciones que se están dando a las compañías de bajo coste.
La concentración de las aerolíneas en Europa es un hechos constatado que se está dando dentro de esta necesidad que tienen las compañías aéreas de buscar soluciones de cara al futuro, como es el caso de Air France y KLM, o la compra de Swiss que ha realizado Lufthansa.
En este orden de cosas, la situación entre Iberia y British, "sigue su curso normal" y continúa su camino "avanzando día a día buscando la conjunción de intereses de ambas compañías".
Sin cambios, habrá pérdidas en tres años
"Si no realizamos estos cambios en tres años estamos perdiendo dinero". Este es el mensaje que la compañía ha planteado a los sindicatos durante las negociaciones que tiene abiertas de forma paralela para la renovación de los convenios de todos los colectivos de trabajadores, entre ellos el de los 2.000 pilotos de la compañía con cuyo sindicato, el SEPLA, ha tenido los primeros desencuentros antes incluso de sentarse en la mesa de negociaciones.
El equipo negociador de Iberia requiere de sus pilotos condiciones más altas de productividad, donde ha identificado el verdadero diferencial con la competencia, diferencial que en el caso de los tripulantes de cabina de pasajeros (TCPs) pasa por las condiciones salariales.
"El convenio que firmemos con los pilotos no va a ser superior al anterior, sino todo lo contrario: tendrá condiciones más altas de productividad, ya que no firmaremos ningún acuerdo que nos lleve a pérdidas", indicó el consejero delegado de Iberia. "En el caso de los TCPs las modificaciones salariales serán más drásticas", ha señalado.