Mesache, lo último de Bodega Pirineos
Bodega Pirineos es uno de los puntales de la DO Somontano. La parte fundamental de su patrimonio está en los viñedos: 1.200 hectáreas, en las que se cultivan variedades autóctonas como la moristel y la parraleta, las nacionales tempranillo, garnacha y macabeo, y otras foráneas (merlot, cabernet sauvignon, chardonnay, gewürztraminer y la recientemente autorizada syrah). Con esta materia prima y unas instalaciones muy avanzadas, Pirineos produce una extensa gama de vinos blancos, rosados y tintos -monovarietales y coupages-, vinos de corte moderno a precios competitivos.
Si hace cuatro años la sorpresa fue el Marboré, un tinto de alta gama que en la añada 2002, recién salida al mercado, resulta más amable que sus predecesores, la novedad este año llega con los Mesache, vinos jóvenes que ensamblan cepas locales y foráneas, asequibles por paladar y precio. El Mesache blanco se elabora con macabeo de vendimia tardía, chardonnay y gewürztraminer. Tiene una nariz aromática muy agradable, en la que destacan la fruta y los tonos florales. Suave, de cuerpo medio, fresco, con una equilibrada acidez, resulta fácil de beber, con un final largo marcado por la fruta y los matices florales varietales.
El Mesache tinto es un ensamblaje de un 40% de garnacha y el resto de parraleta, syrah y cabernet sauvignon, y tiene un pequeño toque de madera (un 10% de la fermentación maloláctica se hace en barrica). Con una carga aromática interesante, resulta muy frutal, con tonos de hierba fresca, lácticos y tonos dulces de la syrah. Boca ligera, armónica, en la que se echa en falta algo más de estructura. Son de la cosecha 2004 y cuestan 4,75 euros.