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Informe

Blair estrena su tercer mandato con signos de ralentización económica

El inicio del tercer mandato de Tony Blair está resultando tortuoso. A las presiones de algunos miembros de su propio partido para que ceda cuanto antes el puesto de primer ministro, tras una reducción de la mayoría parlamentaria en las elecciones del 5 de mayo, se suman ahora las previsiones del Banco de Inglaterra, que en su último informe, advierte de la desaceleración económica que se registrará este año.

Ayer, en la presentación del informe sobre la inflación de marzo, Mervyn King, gobernador del Banco de Inglaterra, señaló que la previsión de crecimiento en Reino Unido para este año se sitúa en el 2,6%, por debajo del 2,7% que se apuntó en febrero y lejos de las expectativas del ministro del Tesoro, Gordon Brown, que había fijado un objetivo de entre el 3% y el 3,5%.

Según King, la desaceleración se debe en gran parte a una caída considerable en el consumo privado en los pasados meses, ocasionado, entre otros factores, por los altos precios del combustible y el final del boom de la vivienda.

Los signos de ralentización de la economía británica habían sido puestos de manifiesto por los analistas británicos desde comienzos del año. Los datos de ayer dispararon los rumores de un posible recorte de los tipos en la segunda mitad de este ejercicio, mientras en la reunión del pasado lunes el Banco de Inglaterra optó por mantenerlos invariables en el 4,75%.

En cuanto a un posible repunte inflacionista, King no se mostró especialmente preocupado, ya que pese a la expectativa de que en el presente ejercicio se exceda el objetivo del 2% del banco, 'volverá al nivel previsto en el plazo de dos años, debido a que el crecimiento más moderado tendrá como efecto la disminución de la presión inflacionista', dijo el gobernador.

La 'joya' de Gordon Brown pierde brillo

El ministro del Tesoro y candidato a suceder a Blair ha sido acusado por los analistas de haber dejado las decisiones económicas más polémicas para la nueva legislatura en un intento de no crear incertidumbres durante la campaña. La economía, considerada como la joya de la corona de las legislaturas laboristas, está perdiendo brillo. Y una de las preocupaciones de instituciones como el FMI es saber qué solución tiene Brown para afrontar el déficit de 15.000 millones de euros en ingresos fiscales que tiene el actual Gobierno laborista.

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