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Buen gobierno

Las pymes, al margen de las políticas responsables

Son las grandes olvidadas de la transparencia y la responsabilidad social corporativa (RSC), a pesar de que representan el 99,98% sobre los 19,3 millones de empresas censadas en la Unión Europea y que generan el 60% del empleo. El buen gobierno ha sido hasta ahora un terreno reservado para las empresas cotizadas, que tras verse salpicadas por grandes escándalos contables, han sido obligadas por ley a rendir cuentas de sus finanzas; y por exigencias de la opinión pública, de sus relaciones con sus empleados, proveedores y el medio ambiente.

Hasta ahora, las pymes, que en España suman unos tres millones de empresas, han vivido al margen de todas estas medidas, pero se están contagiando irremediablemente de este espíritu a medida que la administración y las grandes corporaciones van incorporando a sus políticas de compras y contratos las exigencias de cumplir ciertos requisitos sociales, ecológicos o de calidad. 'Las pymes tarde o temprano tendrán que interiorizar estos procesos, bien por convencimiento propio, bien por imposición externa como son los clientes, en muchos casos las grandes empresas que extienden sus políticas de RSC a toda la cadena de valor', comenta Orencio Vázquez, coordinador del Observatorio de RSC.

El empujón de las empresas contratistas va a provocar a la larga que exista un despertar en cuestiones sociales entre las pymes, que también ha detectado la Fundación Entorno. Esta fundación está en contacto con más de 20.000 pymes, con las que ya ha trabajado en la implantación de sistemas de gestión medio ambiental.

'Las pymes son unas recién llegadas', dice Cristina García Orcoyen, directora general de la Fundación Entorno, que cree que la preocupación ecológica vino marcada por ley, pero hoy ya ha detectado que las motivaciones han cambiado: ahora proceden de proteger su imagen o por un compromiso con su entorno más que por el miedo a las sanciones. 'En los temas sociales hay una presión menor. La puerta de entrada vendrá marcada por los proveedores y contratista', coincide García, quien resalta el papel de la administración, que ya está empezando a incorporar criterios verdes y sociales en los contratos públicos.

Aunque este empuje empiece a hacerse sentir, las pymes no están preparadas. Ahí también es vital el papel de los gobiernos locales, autonómicos y nacionales con la puesta en marcha de programas de sensibilización que ayuden a poner en marcha políticas de RSC. La Unión Europea ya había recogido en el Libro Verde de 2001 esta preocupación y una de las mesas de diálogo del Foro de Expertos de RSC está especialmente dedicada a las pymes. De hecho, se espera que las primeras líneas de actuación que surjan de esta subcomisión parlamentaria se den a conocer antes de que termine este año.

Este es un área en la que se parte desde cero. La Escuela de Negocios EOI está realizando un informe para obtener un diagnóstico con datos realistas sobre el estado de la RSC dentro de las pymes españolas. 'Hoy por hoy no disponemos de datos', explica Jaime Urcelay, profesor que está llevando a cabo este análisis dentro de un programa europeo.

Los resultados del estudio no estarán preparados hasta finales del verano, pero Urcelay ya tiene una imagen general. 'Formalmente, las pymes tienen poca consciencia de lo qué es la RSC, pero de manera espontánea sí han puesto en marcha instrumentos que están dentro de este marco, como el trato a sus empleados, atención al cliente o con programas de acción social'.

La principal barrera para propagar la RSC entre las empresas no cotizadas va proceder en gran medida en su gran dispersión, pues las pymes puede tener de 2 a 500 empleados; y además, disponen de recursos muy limitados.

'El primer paso es que se den cuenta de lo que están haciendo bien y qué se puede mejorar. El salto cualitativo vendrá cuando quieran medir sus acciones y darles publicidad. Tarde o temprano serán conscientes de que éste es un factor competitivo', concluye Urcelay.

Bodegas Pirineos, en la vanguardia

Con tan sólo 57 empleados, estas bodegas de Somontano son un ejemplo del modelo de implantación de políticas de RSC, no sólo para las pymes, sino para las empresas en general. La empresa ha publicado hasta una memoria de sostenibilidad siguiendo los criterios marcados por GRI en un documento que marca sus desafíos por grupos de interés, como las memorias más avanzadas de las grandes corporaciones.La pequeña bodega aragonesa ha hecho de su compromiso ambiental y ético un valor de su empresa. Ha desarrollado varios vinos ecológicos como apuesta comercial y ha emprendido proyectos de mejora que le han permitido reducir los materiales y el consumo de energía.En total, han bajado el consumo de agua destinada a limpieza en un 16%, la factura de la electricidad en un 9%, entre otros ahorros. El usar palés reutilizables les han permitido un ahorro de 8.700 euros al año.Con estas prácticas, Bodegas Pirineos ha logrado extender su espíritu ecológico a sus proveedores y clientes quienes han participado en estas mejoras, que en gran parte se han logrado a partir de la implantación del programa de gestión ambiental E+5. Por supuesto, la bodega dispone del certificado ISO 14001.Los empleados también se involucran en estos procesos para lo cual la empresa invierte en programas de formación continua en procesos ambientales. En 2002, la mitad de la plantilla participó en los grupos de mejora, logrando unos ahorros de 210.000 euros. Además, se ha mejorado el sistema de comunicación interna y se ha implantado un sistema de trabajo por objetivos aplicado al 85% de la plantilla.

Guías. Ya existen herramientas de ayuda

La Fundación Biodiversidad, con la colaboración de la consultora KPMG, ha elaborado una guía para mejorar la competitividad de la pyme desde el punto de vista medioambiental. El documento está redactado de manera muy gráfica y sencilla y da una idea de qué puede aportar cada trabajador. Es una propuesta de medidas sencillas, con bajo coste de implantación, que pueden traducirse en nuevos procesos de trabajo más innovadores y eficaces. Cada medida se ilustra con ejemplos de empresas que están destacando en su sector.La Fundación Entorno está preparando una versión adaptada de GRI, la guía internacional sobre la que se diseñan las memorias de sostenibilidad, especialmente pensada para las pymes. 'El GRI les queda muy grande por eso vamos a simplificarlas', anuncia Cristina García Orcoyen. Además, esta fundación dispone de las herramientas de auto análisis E+5, y un programa para medir los costes medioambientales.El Observatorio de RSC está desarrollando con el patrocinio de Caja El Monte una guía de buenas prácticas dirigida a la pyme, que será distribuida junto con un juego por toda España dentro de unos talleres de sensibilización y formación.EOI prepara para final de verano una guía donde se definirán distintos modelos de gestión y se expondrán ejemplos de la mejores prácticas que puedan inspirar a otras pequeñas y medianas empresas. Estas herramientas se desarrollarán en función de los resultados del estudio que la escuela de negocios está elaborando con la ayuda de la Unión Europea.

 

Las Cámaras de Comercio y las administraciones locales están realizando numerosos programas de sensibilización en sus distintas áreas de influencia desde hace ya dos años. La diputación de Vizcaya, la Junta de Andalucía, el Principado de Asturias y la Comunidad Valenciana están siendo las más activas con programas de formación como Xertatu. Otras instituciones, como el Gobierno de Aragón, han optado por ofrecer ayudas para las certificaciones. A esto se suma el anuncio de determinados ayuntamientos de contemplar criterios de responsabilidad social en las compras públicas.

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