S&P proyecta el impacto de una quiebra de GM y Ford
Standard & Poor's anunció ayer que ya está estudiando la repercusión que tendría una posible suspensión de pagos de los dos estandartes automovilísticos de EE UU, General Motors y Ford, según anunció en una conferencia telefónica.
La prestigiosa agencia de calificación rebajó el jueves el rating de las compañías, una nota que valora la solvencia de los fabricantes. Tras la rebaja, las compañías han quedado en el llamado grado de no inversión. Es decir, la agencia da a los dos pioneros de la industria automovilística la consideración de bono basura y desaconseja la inversión. Además, S&P les atribuye una perspectiva negativa, lo que significa que sus calificaciones tienen más probabilidades de bajar que de subir.
Actualmente S&P está estudiando qué cantidad de dinero recuperarían los tenedores de deuda de las dos compañías en el caso de que suspendiesen pagos, una posibilidad que, no obstante, no es 'inminente', según el analista de S&P Scott Sprinzen, citado por Bloomberg. Expertos bursátiles apuntaron ayer que el solo hecho de que S&P estudie esta posibilidad da muestra de las dudas que despierta la solvencia de los dos grupos. GM tiene un rating de BB; Ford, un BB+.
El sector de la automoción es el principal emisor de deuda. Y dentro de esta industria, GM y Ford son los dos emisores más importantes de renta fija, con un volumen conjunto cotizando en el mercado de 390.000 millones de dólares. Una quiebra de ambos grupos tendría unas consecuencias incalculables, tanto para la economía estadounidense como para los mercados bursátiles. Una compañía que tenga esta consideración se ve obligada a pagar más intereses a los bonistas para compensar este riesgo añadido. Por esto, a los bonos basura también se les conoce como de alto riesgo. Si una empresa cae en la consideración de bono basura, automáticamente se encarecen sus fuentes de financiación a través de la deuda. Algo peligroso para Ford y GM, ambas con problemas de liquidez y con una alta estructura de costes.
S&P matizó ayer que es 'poco previsible' que la rebaja de la calificación a los gigantes de Detroit afecte por el momento a la industria europea del motor, si bien advirtió ayer de la 'brutal' competición entre marcas y de la progresiva caída de ventas. DaimlerChrysler y Renault tienen una calificación de BBB+. VW y Peugeot están un paso más arriba, en A.
Anfac alerta de la pérdida de empleos
La mala situación de General Motors y Ford se convistió ayer en una de las comidillas en el Salón del Automóvil de Barcelona. A este foro acudió ayer Iván Hodac, el secretario general de la patronal europea Acea, quien habló de vigilar las normativas de la UE para poder dotar a las compañías de más flexibilidad.El presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Juan Antonio Fernández de Sevilla, advirtió por su parte que el descenso de la producción en la Europa de los 15 puede suponer reducciones de empleo en las plantillas de los constructores. Fernández de Sevilla, señaló que 'la fabricación está este año entre el 13% y el 15% a la baja, y eso es preocupante, porque todo esto se traduce en empleo'. La producción de vehículos en España se redujo un 13% en el primer trimestre.