Los vendedores de coches piden que se regule su relación con las marcas
Los vendedores de coches han pedido al Gobierno una ley de distribución comercial que regule las relaciones entre las marcas y los establecimientos. Consideran que el vacío legal provoca condiciones abusivas por parte de los fabricantes, pero también una confusión en las relaciones mercantiles. Reclaman una norma que defina y aclare los tres modelos a los que pueden optar: distribución autorizada, concesión mercantil y franquicia.
Las relaciones entre los vendedores de automóviles y los fabricantes de coches deben ser sometidas a examen. Eso, por lo menos, es lo que opina la Federación de Concesionarios de Automoción (Faconauto) que ha reclamado ante el Ministerio de Justicia un plan de impulso con diez medidas concretas para mejorar la competitividad del sector. La primera medida es la aprobación de una ley de contratos de distribución comercial que incluya y defina claramente los tres modelos a los que pueden optar sus asociados: la distribución autorizada, la concesión mercantil y el contrato de franquicia.
Ello permitiría aclarar la situación actual en la que hay una cierta confusión sobre el modelo de relación entre marcas y vendedores. Por un lado, existen los concesionarios propios de los fabricantes y, por otro, aquellos asociados que tienen una relación contractual a caballo entre la franquicia y la concesión.
Según el secretario general de Faconauto, Blas Vives, la propuesta que han presentado al Gobierno tiene varios objetivos. El primero es superar el vacío legal que existe actualmente y que supone la merma de la libre competencia para los concesionarios asociados. La patronal considera que esta situación permite que las marcas impongan condiciones abusivas a sus concesionarios. Los establecimientos se comprometen a la venta de unos productos a cambio de un margen que fija unilateralmente la marca, según Vives.
Faconauto persigue 'el respeto a la libertad de los contratantes, lo que implica independencia empresarial y que los beneficios de la libre competencia se trasladen al consumidor', según el secretario general. También pretenden que se faciliten las relaciones entre el proveedor y el vendedor y que se preserve el equilibrio contractual entre los operadores económicos. 'Esto supone incluir y definir los tres modelos, es decir, la distribución comercial, la concesión mercantil y el contrato de franquicia.
Una franquicia sin canon de entrada y ligada a un porcentaje sobre ventas
Según Blas Vives, una de las peculiaridades que existe en este sector es que 'los asociados no pagan un canon sino que se firma un contrato de concesión, de franquicia, que supone la cesión del uso de la marca de fabricante en una zona determinada, así como una formación, maquinaria, utillaje...'Se trata, pues, de un modelo de negocio en el que el concesionario, franquiciado o no, paga al suministrador un porcentaje sobre ventas. Según la patronal, la topología de la red de concesionarios depende de cada marca. Las consolidadas en el mercado cuentan con una red tupida, de gran capilaridad y con tendencia a la optimización y concentración, mientras que las marcas más recientes, como las coreanas, han crecido mucho en ventas pero no en red.