El euribor baja a un mínimo anual de 2.26%
Lo que es bueno para unos no lo es tanto para otros. El empeoramiento de los datos macroeconómicos ha traído consigo, además de preocupaciones renovadas para los gobiernos mundiales, un relajamiento de la curva de tipos a largo.
Más a corto plazo, el efecto es positivo para aquellos que siguen endeudados. De hecho, el euribor, uno de los principales índices de referencia para las hipotecas a tipo variable y considerado como un indicador adelantado del precio del dinero, ya ha registrado esta relajación. En abril, el índice ha experimentado un leve descenso respecto al mes anterior, de 0,07 puntos, que ha llevado al euribor al nivel más bajo de 2005, el 2,265%, según datos provisionales y a la espera de que los haga oficiales el Banco de España. Aunque pequeña, la rebaja devuelve el índice a niveles inferiores al 2,3%, a los que llegó hace casi un año, exactamente en mayo, cuando se situó en el 2,297%.
Este resultado, sin embargo, no evitará que los que revisen, con periodicidad anual su préstamo vean como su cuota base (la que se deriva exclusivamente del índice de referencia) se encarece respecto a la abonada el año anterior. Eso sí, la subida de la factura mensual será menor de la que se repercutió a los que revisaron en marzo.
Esta subida se explica por la diferencia interanual del índice. Hace 12 meses el euribor estaba situado en el 2,163%, 0,102 puntos por debajo del nivel al que ha cerrado abril. Y ésta diferencia será la que, traducida a euros se repercuta al hipotecado. Exactamente la subida será de unos seis euros al mes, siempre que se tome como referencia un préstamo tipo de 120.000 euros a 20 años.
Si las condiciones económicas no registran una mejora paulatina, los expertos no descartan que el índice pueda seguir en estos niveles e incluso por debajo. Un dato significativo es que en la última semana, los niveles diarios del euribor no han superado el 2,25% en ninguna sesión.
A esto ayuda el hecho de que un encarecimiento en el precio del dinero parece lejano, al menos según reflejan los futuros sobre el índice, que no anticipan subidas de tipos hasta muy finales de año e incluso principios de 2006.